Seguramente Harry Kane no se imaginaba que su preparación para su primer Clásico con el Bayern Munich ante el Borussia Dortmund incluiría una derrota ante un equipo de tercera división.
El capitán inglés observó a su equipo quedar eliminado en la Copa el miércoles como suplente, en una de las mayores sorpresas en la historia de la competencia. Pero el Bayern necesita cambiar la situación antes de enfrentar al Dortmund el sábado.
No fue sólo la vergonzosa derrota, pero Matthijs de Ligt sufrió un desgarro parcial en el ligamento de la rodilla y dejó al equipo con un hueco en su defensa. Thomas Müller dio indicios de una ruptura dentro del equipo al criticar públicamente a sus compañeros por faltarle al respecto a los aficionados.
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Incluso para el Bayern, equipo que entra en pánico apenas pierden un encuentro, esto es demasiado.
Aún más para Kane en su primer Clásico frente a la reconocida “Yellow Wall” del Dortmund. La semana pasada Kane dijo que su experiencia en el derbi del norte de Londres entre el Tottenham y Arsenal podría servirle.
“Va a ser un encuentro complicado. Obviamente el Dortmund inició bien el año. Va a ser mi primero, pero he disputado muchos derbis, entonces no puedo esperar”, indicó Kane el sábado tras la tripleta en la victoria 8-0 ante el Darmstadt. “Seguro será una gran atmósfera para ambos clubes”.
La historia está del lado del Bayern —que no ha perdido ante su rival desde el 2019— pero la lesión de Ligt ocurre cuando el técnico Tomas Tuchel está encontrado la forma de remendar junta la defensa.
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El miércoles Tuchel admitió que la lesión “era dolorosa” y que ahora necesitaba encontrar a alguien que hiciera dupla con Kim Min-jae. El mediocampista Joshua Kimmich tomó su lugar ante el Saarbruecken, pero tiene que cumplir una suspensión ante el Dortmund.
Tuchel podría acelerar el retorno de Dayot Upamecano de una lesión en el tendón de la corva, y aunque ha entrenado un poco, no ha jugado en un mes.
El nuevo enfoque pragmático del Dortmund esta campaña considerado “menos sexy, más exitoso” por el entrenador Edin Terzić, fue evidente en la victoria el miércoles 1-0 ante el Hoffenheim. Fue la tercera ocasión en cuatro duelos que ganan por este marcador.
El el vestuario del Bayern, las críticas de Müller a sus compañeros podrían llevar a una plática incómoda. Tradicionalmente todo el equipo se acerca a su afición y les agradece sin importar el resultado, pero fueron muy pocos lo que lo hicieron el miércoles. El delantero de 34 años y que ha sido parte del equipo desde que tenía 10 años, le dijo a la televisión alemana que tendrían una conversación de por que “los aficionados están molestos con razón”.
