pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
En medio de todos los retos estamos claros que hay un consenso de muchos sectores en favor de la democracia.
Autoridades indígenas, el sector empresarial, lideres religiosos, sociales y académicos han logrado un consenso en favor de la democracia.
Las autoridades ancestrales han acordado liberar los bloqueos para hacer presión en la sede central del Ministerio Público (MP) en un ejercicio legítimo de protesta. Eliminar los bloqueos es clave porque no afecta más a los que también desean democracia y porque la nueva Guatemala necesita nuevas formas de atender las cosas sin necesidad de retener a alguien en contra de su voluntad.
El menú de opciones para anular las elecciones que baraja el MP en función de lo que Alejandro Giammattei y Miguel Martínez buscan es amplio, el problema es que la credibilidad es poca.
Netcenters son la principal porra y Consuelo de los agentes antidemocráticos y ellos trabajan horas extras para vender una narrativa inexistente de fraude.
Siempre dije que si Porras le da Consuelo a Giammattei y Martínez y busca de alguna manera anular las elecciones, se le vendrán encima muchas personas y sectores porque querer alterar la voluntad popular es algo que no se permitirá toda vez que es lo más sagrado que tenemos en medio de los enormes retos que como país enfrentamos.
El comunicado del fin de semana del sector privado organizado fue clave para demostrar que el acuerdo por la democracia no es una cosa solo de unos y ajena a otros. Esto es algo de todos y lo mismo será la defensa de lo que sucedió en las urnas.
Existe la posibilidad que hoy el pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de trámite al antejuicio contra los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), porque recuerden que uno de los sueños de los antidemocráticos es que logren la mayoría calificada en el Congreso, puedan remover magistrados y los nuevos anulen la elección.
Otra opción, como saben que irse con el grito de fraude es imposible, es querer hacer algo con el TREPP y así seguir desgastando a unos magistrados que no toleraron los gritos del Centro de Gobierno para lograr que sus candidatos ganaran a puro tubo la presidencia y la alcaldía de la ciudad.
Giammattei no está soltando riendas. El Presidente está a todo vapor procurando impunidad para su pareja y para todos aquellos que han participado de la fiesta de corrupción en su Gobierno.
Claro está que le temen a las acciones de Estados Unidos y sin duda alguna, que la visita de Brian Nichols les hará que reciban el mensaje vía Mario Búcaro.
