La economía mundial pierde inercia ante unas tasas de interés más altas, la guerra que continúa en Ucrania y las crecientes fracturas geopolíticas, según advirtió el martes el Fondo Monetario Internacional.
El FMI estima que el crecimiento económico global perderá velocidad, a un 2,9% en 2024 en comparación con el 3% de este año. La previsión para el año que viene se redujo ligeramente del 3% previsto en julio.
La desaceleración se produjo en un momento en el que el mundo aún no se recupera por completo de una devastadora pero breve recesión asociada al COVID-19 en 2020. Una serie de eventos, como la pandemia y la invasión rusa de Ucrania, han reducido la producción económica mundial en unos 3,7 billones en los últimos tres años, en comparación con las tendencias previas a la pandemia.
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“Vemos una economía global que avanza renqueante”, dijo a la prensa el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, antes de las reuniones de otoño del FMI y el Banco Mundial que se celebran esta semana en Marrakech, Marruecos.
La expectativa del FMI de crecimiento para este año se ha rebajado desde el 3,5% de 2022, aunque se mantiene desde sus previsiones de julio.
No todo son malas noticias. La economía global ha mostrado una “resiliencia llamativa”, dijo Gourinchas, en un momento en el que la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales han subido de forma agresiva las tasas de interés para combatir un repunte en la inflación.
Los incrementos han ayudado a moderar la presión sobre los precios sin dejar a mucha gente sin trabajo. Esa combinación, explicó, es “cada vez más consistente” con el llamado aterrizaje suave, la idea de que la inflación puede contenerse sin provocar una recesión.
El FMI espera la inflación global de precios al consumo caiga del 8,7% de 2022 al 6,9% este año y el 5,8% en 2024.
Estados Unidos es un caso aparte en la última previsión de la institución. El FMI mejoró su previsión de crecimiento para el país a un 2,1% este año, la misma cifra que en 2022, y un 1,5% en 2024, un incremento considerable desde el 1% que había indicado en julio.
Estados Unidos, un país que exporta energía, no ha sufrido tanto como los países en Europa y otros lugares por los precios más altos del crudo, que se dispararon después de que Rusia invadiera Ucrania el año pasado y de nuevo más recientemente porque Arabia Saudí redujo su producción. Además, los consumidores estadounidenses han estado más dispuestos que la mayoría a gastar los ahorros acumulados durante la pandemia.
El panorama es más sombrío en los 20 países que utilizan el euro, más expuestos a los crecientes costes de la energía. El FMI rebajó la estimación de crecimiento de la eurozona al 0,7% este año y el 1,2% en 2024. De hecho prevé que la economía alemana se contraiga en un 0,5% este año antes de recuperar un crecimiento del 0,9% el año siguiente.
La economía china, la segunda más grande del mundo, crecería un 5% este año y un 4,2% en 2024, dos previsiones por debajo de lo que esperaba el FMI en julio.
Se esperaba que China se recuperase este año después de que el gobierno comunista retirase los draconianos confinamientos de su política “cero COVID”, que lastraron el crecimiento en 2022. Pero el país está teniendo problemas debido a su endeudado mercado de bienes raíces.
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El FMI expresó de nuevo sus preocupaciones porque los países del mundo se están dividiendo en bloques geopolíticos que podrían limitar el comercio internacional y el crecimiento económico en todo el planeta.
Estados Unidos y sus aliados han impuesto sanciones sin precedentes sobre Rusia por su invasión de Ucrania y han pedido reducir la dependencia de las importaciones chinas conforme crecen las tensiones con Beijing.
El FMI señalo que el año pasado, los países impusieron casi 3.000 nuevas restricciones al comercio, en comparación con menos de 1.000 en 2019. La organización esperaba que el comercio internacional creciera apenas uno 0,9% este año y un 3,5% en 2024, muy por debajo de la media anual del 4,9% entre 2000 y 2019.