Una pareja que entre el coqueteo y diversión de sus chats intercambian fotografías íntimas o sexualmente explícitas y puede que sean difundidas en las redes sociales. Diseño La Hora / Alejandro Ramírez

Una pareja que entre el coqueteo y diversión de sus chats intercambian fotografías íntimas o sexualmente explícitas, puede resultar en una práctica común o incluso una moda «inofensiva». Sin embargo, este intercambio no siempre es consensuado y puede que las fotografías que ambos prometieron dejar en “secreto” sean difundidas en las redes sociales.

Tal fue el caso de una chica mexicana que brindó una entrevista para BBC News, en la cual relató que a sus 18 años fue víctima de ciberacoso cuando su novio, con el que llevaba seis años de relación, difundió un video por WhatsApp en el que se le veía a ella desnuda; en cambio, el rostro de él no se lograba identificar. Ver aquí. 

Por supuesto, las miradas, críticas y propuestas indecentes no se hicieron esperar, los comentarios despectivos siempre eran dirigidos a la chica, dado que su novio nunca aceptó que era él el que también salía en el video, porque le daba vergüenza; ella dice que la dejó sola en medio de la polémica.

La joven relató que los periódicos locales se vendieron como pan caliente con una portada en la que decía: una chica que tenía futuro, “estaba quemada en las redes sociales”. Lucraron con mi cuerpo, mencionó en esa ocasión.

El ciberacoso
El ciberacoso es una epidemia que las víctimas viven en silencio y pocas se atreven a denunciar por miedo a la humillación en línea y vergüenza. Diseño La Hora / Alejandro Ramírez
“CADA LIKE A ESA PUBLICACIÓN ERA UN GOLPE A SU INTEGRIDAD”

Con el pasar del tiempo, cuenta que le llegaban solicitudes de hombres pidiéndole tener relaciones sexuales, y le empezaron a identificar con apodos. Esa situación tormentosa también llevó a que la joven se quisiera suicidar en reiteradas ocasiones para acabar con la problemática.

El acoso era tal que la gente hablaba de ella, e incluso tocaban la puerta de su casa a decirle que se habían enterado del video, por ello se escondía y permanecía en silencio a pesar de las críticas.

Sin embargo, para la chica esta situación resultó como un cibertatuaje, ya que para ella era una experiencia que no se iba a borrar nunca de su vida. Cuenta que la gente no tenía idea del daño que le estaban causando porque limitaban su libertad, confianza, intimidad y su vida completa: “cada “like” a esas publicaciones o comentarios era un golpe. Cada vez que alguien compartía contenido íntimo de mi persona era como una violación”, argumentó.

Luego de varias luchas internas, el ciberacoso y otras situaciones, se decidió a tomar cartas en el asunto. Hablar sobre su caso con la justicia sería su segundo viacrucis; el oficial encargado de atender su caso, vio el video, se burló de ella y emitió comentarios obscenos.

“No estabas ni borracha, ni drogada, ni te violaron. De acuerdo al código penal, no hay delito”, le dijo.

Esa situación marcó una pauta para que la joven se contactara con otras chicas que también habían sido expuestas en internet. Sin embargo, aunque la joven no tenía ni idea de cómo se llamaba el delito, tenía la certeza de que también debía hacer algo por las chicas que habían sufrido lo mismo.

 

LA JUSTICIA, UN IMPEDIMENTO PARA SU CASO

La joven tuvo que ir contra las corrientes y pensamientos de negatividad. Por ello, se puso a crear un plan para que estos casos no quedaran sin resolverse, poco a poco más mujeres se fueron uniendo al proyecto de reforma para Puebla. El primer intento de reforma fue para reconocer la violencia sexual cibernética, y lo presentaron en un foro de propuesta ciudadana.

Dentro del sistema de justicia, hubo otros impedimentos que hicieron difícil el camino de ser escuchadas, pero a toda costa en 2018 se aprobó la reforma de delitos contra la intimidad sexual en el código penal, la cual contempla tres cambios: Implica que se reconozcan los delitos contra la intimidad, o sea la difusión de contenido íntimo sin consentimiento; el ciberacoso, que es violencia sexual en internet, y por último, la ley de acceso.

Años después la ley se aprobó en Puebla, hoy por hoy los distintos puntos de la reforma han sido aprobados en 11 estados de México. Lo cual dio lugar a crear un grupo de mujeres, llamado Frente Nacional para la Sororidad, que atiende casos para prevenir la violencia digital. “Queremos que las víctimas no se sientan solas”, añade.

Hoy es una realidad y aunque el camino no fue nada fácil, se conoce cómo la “Ley Olimpia”; en reconocimiento Olimpia Coral Melo Cruz, la protagonista en esta historia de ciberacoso.

conducta peligrosa
Esta es una conducta peligrosa, sobre todo para los adolescentes que entran a la etapa de las nuevas aventuras y curiosidades. Diseño La Hora / Alejandro Ramírez
UNA EPIDEMIA SILENCIOSA

El ciberacoso es una epidemia que las víctimas viven en silencio y pocas se atreven a denunciar por miedo a la humillación en línea y vergüenza. La presión para enviar desnudos es mucho más común de lo que la mayoría de las personas creen. Cuando este contenido se sale de control y se difunde en grupos de las redes sociales, es responsable el que comparte las fotos, tanto como el que participa o consume este contenido.

Esta es una conducta peligrosa, sobre todo para los adolescentes que entran a la etapa de las nuevas aventuras y curiosidades, y no son conscientes de los riesgos que esto conlleva, ya que pueden caer en garra de pederastas o ser víctimas de pornografía infantil.

¿CÓMO PONER UN ALTO AL SEXTING?

Recuerda que desde el momento en el que alguien se toma una fotografía explicita y se la envía a una persona mediante un móvil o Internet, se pierde inmediatamente el control sobre dónde podrá acabar algún día.

Por su parte, “Pantallas Amigas”, una iniciativa que tiene como misión la promoción del uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías, lanzó al mercado una guía para conocer las medidas que las personas pueden adoptar para que las probabilidades de que sean victimizados sean mínimas.

PIENSA ANTES DE ENVIAR: Lo que publicas online o sale de tu propio móvil se convierte en irrecuperable, escapa para siempre de tu control y puede llegar a cualquiera en cualquier momento. Lo que ahora quieres mostrar de ti, mañana puede que no te guste. A quien se lo envías hoy, quizás mañana no sea tu amigo. Además, cada vez hay más webs que se dedican a recopilar y difundir estas imágenes: tu desnudo podría acabar en uno de ellos.
DESNUDEZ Y MINORÍA DE EDAD, DELITO DE PORNOGRAFÍA INFANTIL: La pornografía infantil es un delito cuando se crea, se posee o se distribuye. Asimismo, se considera pornografía infantil la protagonizada por quien no ha cumplido los 18 años. Por ello, esta organización recomienda que si te llegan este tipo de imágenes, bórralas de inmediato. Si consideras que su difusión está dañando a alguien, ponlo en su conocimiento para que tome cartas en el asunto.
CUIDADO CON LA IMAGEN: La imagen es un dato personal protegido por la ley, por ello no se puede usar sin el consentimiento de las personas implicadas. En ciertos casos hace falta incluso otro tipo de autorizaciones. No lo olvides. Si hay problemas, esto puede ponerse sobre la mesa y comprometerte.

NO TIENES DERECHO A DISTRIBUIR CONTENIDO AJENO: El hecho de contar con una imagen (fotografía o video) en tu teléfono móvil no significa que tengas derecho a hacer con ella lo que quieras. Son cosas diferentes. Incluso si te dieron permiso para tomar la imagen, no significa que la puedas enviar a terceros, detalla la organización, recuerdan.

LA LEY PROTEGE: La ley actúa siempre, también para los menores, con Internet y los móviles. Que todo el mundo lo haga, que consideres que no van a poder identificarte, o que seas menor de edad no te libra del peso de la justicia. Las leyes están para protegerte y por eso actúan en todos los ámbitos. También protegen a los demás, y te pedirán cuentas si no respetas las reglas.

NO PARTICIPES: Cuando el sexting deriva en humillación y acoso colectivo, la víctima sufre un daño enorme, un sufrimiento extremo. Si lo promueves y lo jaleas, eres responsable. Si te callas, tu silencio ayuda a quien acosa y hiere a la víctima.

 

¿QUÉ DICEN LAS LEYES EN GUATEMALA SOBRE ESTE TEMA?

Agentes del Departamento de Investigación de Ciberdelitos e Informática Forense que pertenece a la Subdirección General de Investigación Criminal (SGIC) de la Policía Nacional Civil (PNC), indican que han recibido 82 denuncias de casos de violación a la intimidad sexual.

De la totalidad de casos, 71 las han realizado adultos y 11 de adolescentes, quienes han sido víctimas mencionando acto ilícito, reportaron. Según las acusaciones, los perjudicados han compartido de manera consentida fotografías íntimas a personas de confianza como parejas y amigos. Sin embargo, los receptores, sin consentimiento y de manera arbitraria, han difundido a otros destinatarios estas imágenes, lo cual constituye un acto que vulnera la privacidad.

La crisis surge luego que la víctima pone fin a la amistad o relación amorosa y, por disgusto, su expareja comparte el contenido fotográfico, videográfico, capturas de pantallas y mensajes en redes sociales y por canales de mensajería instantánea.

En esa medida, el 8 de agosto de 2022, el pleno del Congreso de la República de Guatemala aprobó la Ley de Prevención y Protección contra la Ciberdelincuencia, mediante la cual se busca combatir las amenazas cibernéticas y mejorar la protección de los datos personales. Para castigar este tipo de delitos, la regulación recién aprobada establece sanciones de entre cinco y ocho años de prisión y multas económicas equivalentes a 600 salarios mínimos.

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