Hoy es cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) debe demostrarle al pueblo de Guatemala que realmente es una organización que vela, defiende y protege de los intereses, beneficios y derechos de los habitantes de los países que están tratando de sentar bases democráticas en Latino América, en este caso Guatemala hoy les demanda “Acción y nada más que Acción”, porque los buenos guatemaltecos somos la gran mayoría y pesamos mucho más que ese pequeño grupo de burdos e infelices políticos atrincherados en el Pacto de Corruptos y por eso pedimos a todos los países signatarios de la organización de Estados Americanos nos apoyen porque en estos tiempos de incertidumbre necesitamos de mucha solidaridad y acciones contundentes de esa institucionalidad internacional; hoy ustedes pueden ser la instancia que coadyuve a salvar el país de una dictadura por la terquedad de estos desquiciados que no aceptan la voluntad del pueblo mediante el voto popular y que no creen en la alternancia de poderes.
Para ilustrar un poco les dejo este comentario: Lo que pueda decir la representación de Guatemala ante la OEA en las diferentes reuniones que tendrán relacionadas al conflicto guatemalteco, no les pongan atención porque estos empleados están recibiendo órdenes de qué decir, ellos no tienen criterio propio y solo están allí por el salario que les paga por defender al gobierno de turno; escúchenlos, pero hagan como que son zumbidos de ciertos bichos, nada más. Es más, inténtelo por una vez, aunque vaya encontrar de sus reglas reunirse sin la representación de ellos y les irá mucho mejor.
Seguimos aplaudiendo las medidas cautelares que solicitó la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) a favor del binomio presidencial, eso tómenlo como ejemplo para que ustedes como colegiado de alto nivel latino americano hagan valer el peso que tiene para poner a estos aprendices de dictadores en su lugar para dejar sentado un precedente para el resto de países que desean tener una base democrática que permita respetar y hacer valer la voluntad de sus habitantes con una participación cívica y ciudadana libre, transparente y con igualdad y equidad en cuales quiera de sus ámbitos.
Saquen a luz todos los principios y manifiestos de la Carta Democrática Interamericana que es la afirmación que la democracia es y debe ser la forma de gobierno compartida por los pueblos de las Américas y que ella constituye un compromiso colectivo de mantener y fortalecer el sistema democrático en la región.
Bien sabido es que la Carta Democrática otorga a los gobiernos del hemisferio una nueva brújula para guiar su acción colectiva cuando la democracia enfrenta peligros, como lo que ocurre en Guatemala en pleno 2023.
Ustedes como OEA deben utilizar e implementar eficazmente sus propósitos esenciales, basado en sus pilares: democracia, derechos humanos, seguridad y desarrollo, para ser un soporte y ayuda de la sociedad guatemalteca que hoy pide ese respaldo institucional para desenmascarar de una vez por todas a esa ensarta de mercenarios incrustados en los tres poderes del estado guatemalteco que está totalmente cooptado, con una institucionalidad desintegrada.
Se agradece también a la Unión Europea por su presencia, observación, acompañamiento y persistencia en estos disturbios, ellos son otro frente de gran ayuda, así también la solidaridad de gobiernos amigos El SICA es una instancia que sigue en silencio, no se pronuncia en nada, obvio allí hay esbirros de este gobierno dictador.
Como sociedad tenemos la suficiente fuerza y respaldo ciudadano porque hoy más que nunca la población sabe que es el momento de tomar las calles manifestando pacíficamente y demostrar el repudio acumulado por años en que la clase política tradicional nos ha tenido con el pie en la nuca; así es de que su apoyo se les agradecerá sobre manera y los invitamos a seguir de cerca este proceso de transición hasta el 14 de enero 2024 y por supuesto tener sus ojos bien puestos en Guatemala porque esta lucha es dura, el enemigo es peligroso y debemos tener una estrategia especial para derrotarlos.
