Estimado público:
Para poder dejar un mejor futuro a nuestros hijos y nietos es muy importante que analicemos y reflexionemos de la importancia de los procesos electorales, por eso es que debemos de investigar a nuestros candidatos, para tener claro quién es la mejor opción para que dirija el destino de una nación.
La mejor garantía que se tiene para emitir nuestro sufragio es que es secreto y nadie tiene que saber tu decisión. Muchos “politiqueros” amenazan con el “petate del muerto”, pero lo importante es que no pueden incidir en nuestra decisión final y esa decisión la tenemos que ejercer en dos días, cuando tenemos la obligación de ir a las urnas.
Elegir y ser electo es un derecho que tenemos todos los guatemaltecos, pero es una gran responsabilidad y sobre todo un deber que tenemos con nuestro país, nuestras familias y nosotros mismos. Por eso es que debemos votar conscientemente por el candidato de nuestra predilección, el que creamos que es honrado, honesto y que tiene valores morales.
Eso sí investigando un poco lo que ha hecho durante su vida y su trayectoria profesional, tratemos de leer la hoja de vida, su preparación y su formación como ciudadano, indaguemos sobre su experiencia y el trabajo que han realizado en la sociedad y muy importante es el equipo de trabajo con el que cuenta para ir a gobernar.
En Guatemala tenemos una oferta política muy pobre, por no decir nula, ya que los Partidos Políticos se dedican más a desacreditar al adversario que dar a conocer su plan de trabajo, el cual nos daría una luz para conocer cómo se van afrontar los problemas socioeconómicos, donde el 40 por ciento de la población se encuentra en pobreza.
Esta situación nos ha llevado a tener uno de los peores índices de desarrollo a nivel centroamericano y porque no decirlo latinoamericano. Antes podíamos decir que Haití nos superaba en esos rubros, pero ahora ni eso podemos argumentar, en Centroamérica nos hemos convertido en el “patito feo”, todo por no participar en nuestra política y el mayor ganador ha sido la apatía electoral.
Por eso es que tenemos la responsabilidad de emitir nuestro voto de la manera más adecuada posible, un voto informado, reflexivo y convencido de lo que hacemos, es para bien de una nación, que es considerada la sexta sociedad con más índice de corrupción en todo el continente americano. Esta es una de las razones del “hartazgo” político que hay entre el grueso de la sociedad, que está cansada de esta situación.
No es posible que permitamos que cada cuatro años surjan los “nuevos ricos”, esos personajes que se encuentran enquistados en las “tetas del Estado”, para lograr tener los lujos que se recetan, pero todo a costillas del empobrecimiento de una sociedad que es luchadora, trabajadora y que día a día se levanta para salir a las calles a buscar la comida para su familia.
La única manera de construir una verdadera democracia, que nos deje un mejor país, es participar y que todos encontremos las soluciones de nuestros problemas que nos aquejan en temas de educación, alimentación, seguridad ciudadana, salud, infraestructura y trabajo.
No podemos seguir polarizados ideológicamente, todos tenemos que aportar nuestras experiencias y conocimientos, para sacar adelante una sociedad que cuenta con los recursos naturales que nos permitan tener una mejor calidad de vida. Nuestra economía es una de las más fuertes de la región y tenemos que buscar cómo adaptarnos a las nuevas formas de vida y que nuestros hijos se preparen para formar una fuerza laboral competitiva y profesional.
Lo que nos falta es encontrar puntos de convergencia para conseguir mejores resultados, ya basta de que un grupo vaya para un lado y el otro para el lado contrario, todos juntos podemos salir adelante, incluso como región debemos de pensar en ser un bloque que nos permita potencializar nuestras fortalezas y no luchar cada quien por su cuenta.
En conclusión, nuestros futuros gobernantes tienen que demostrar que están conscientes de lo que se vive y con sus acciones buscar un mejor futuro para las nuevas generaciones, quienes se merecen oportunidades de vida y que estoy seguro las podemos generar, si los políticos hacen lo que les toca, que buscar y generar desarrollo para todos.
Por eso este 20 de agosto de 2023 es sumamente importante nuestro voto responsable, salgamos de nuestra zona de confort, para que todos aportemos la construcción de un mejor país y que nadie tenga que salir huyendo a buscar el mal llamado “sueño americano”, porque Guatemala merece nuestro aporte.