Ordenas una pizza, “tarjetazo”; vas de compras al centro comercial, “tarjetazo”; pagas los boletos del cine, “tarjetazo”. ¿Te has preguntado por qué las personas se acostumbraron tanto a las tarjetas de crédito y muy poco al efectivo? Probablemente porque en el instante no ves el monto del producto que estás comprando, es decir, tienes menos control que cuando pagas con efectivo.
Los economistas mencionan que el crédito es una espada de dos filos; tanto que puedes disfrutar de las vacaciones soñadas, una cena romántica o de las compras en línea como también llegar al extremo de usar el crédito sin un plan claro y resultar en aprietos financieros.
El dinero plástico no es malo, por su parte te ofrece grandes beneficios si lo sabes utilizar con mesura y responsabilidad. Las tarjetas de crédito se encargan de anestesiar tu proceso de compra, cuando vas al supermercado con la carretilla a tope, pasas a la caja y con tu tarjeta de crédito no percibes la falta de dinero en el bolsillo.
En cambio, si se trata de efectivo, entras al supermercado con algunos billetes en el bolsillo y sales apenas con algunas monedas.
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GASTAR HASTA QUE DUELA, UNA INVESTIGACIÓN LO DEMUESTRA
Según investigadores de Carnegie Mellon, Stanford y MIT, la gente gasta dinero hasta que percibe la carencia de éste.
El estudio aparece en la revista «Neuron» y es el más reciente del campo emergente de la neuroeconomía, que analiza los procesos mentales que impulsan la toma de decisiones económicas. Los investigadores sospechan que su estudio puede ayudar a explicar por qué la gente gasta más con tarjetas de crédito que con efectivo.
«Las tarjetas de crédito anestesian efectivamente el dolor de pagar», dijo George Loewenstein, profesor de Ciencias Sociales y de Decisión (SDS) de Carnegie Mellon y coautor del artículo. «Pasas la tarjeta y no parece que estés renunciando a nada para hacer la compra, a diferencia de pagar en efectivo cuando tienes que entregar facturas«.
ESCLAVITUD AL DINERO PLÁSTICO
Otro estudio realizado por Brian Knutson, profesor de psicología y neurociencia de la Universidad de Stanford, confirma que el uso de tarjetas de crédito reduce el dolor que se produce al pagar.
Por lo que, enfatiza que las personas gastan un 18% más cuando pagan con tarjeta en comparación a cuando lo hacen con efectivo.
“Las tarjetas de crédito engañan los circuitos del cerebro de forma que el individuo toma decisiones que racionalmente no tomaría. Las tarjetas pronto estarán al mismo nivel que el cigarrillo, alcohol y drogas como vicios en el mundo”, explicó.
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Así mismo, el profesor dice que el plástico ha provocado comportamientos anómalos, donde se observa una tendencia creciente de los consumidores a ahorrar menos y gastar más cuando pagan con tarjetas en lugar de efectivo.
¿QUÉ PUEDO HACER PARA CONTROLAR MIS GASTOS?
No le tengas miedo a ver los estados de cuenta, por su parte crea buenos hábitos para usar una tarjeta de crédito.
Cada mes, las compañías de tarjetas de crédito informan sobre los pagos de los consumidores a las agencias de crédito. Si siempre realizas tus pagos a tiempo, puedes construir un buen crédito.
Además de hacer tus pagos a tiempo, aquí hay otros buenos hábitos de crédito para desarrollar y que los expertos recomiendan:
Siempre trata de pagar más que el requisito mínimo.
Si es posible, paga el saldo completo todos los meses.
Siempre revisa los estados de cuenta mensuales de tu tarjeta de crédito para asegurarte de reconocer todas las transacciones; si no lo haces, podría ser un signo de robo de identidad.
Llama a tus compañías de tarjetas de crédito periódicamente para negociar tasas de interés más bajas, especialmente si tu puntaje de crédito ha mejorado desde que abrió la cuenta.
Cuéntanos: ¿Cómo organizas tus gastos mensuales?