Hoy asistimos a la última fase de un Estado criminal. La situación no puede ser más difícil para el pueblo de Guatemala, anoche pudimos ser testigos de una de las acciones más execrables que puede ejecutar un “aprendiz de dictador” junto a su “inquisidora principal”, quien junto a su “perro bravo y dócil”, han abierto un hoyo, sí un hueco gigante, en el cual ellos mismos se van a hundir.
El hecho de levantar un caso que se encontraba abierto desde mayo del 2022, no es más que la misma estratagema que se ha utilizado para anular distintas iniciativas como los casos del MLP, de Podemos, de Semilla con Foppa, de Aldo García y otros similares, no son más que movidas judiciales con impacto político. Pero lo de anoche, llegó al colmo.
Los comunicados no dejaron de fluir inmediatamente, la reacción fue profusa y contundente, hasta acá los grupos de la sociedad civil se han manifestado ampliamente contra lo que se perfila como un “Golpe de Estado Técnico”, incluso organizaciones que otrora habían callado o se habían pronunciado tibiamente como el CACIF, la vergonzante Cámara de Industria, Cámara de Comercio y Fundesa (con lo cual apoyaban las acciones del Pacto de Corruptos), han mostrado su indignación ante lo burdo de la medida.
Hace algunas semanas hice un llamado a una Revolución Silenciosa y votar por las opciones democráticas -las pocas que habían-, hoy invito al pueblo de Guatemala y a todas las expresiones organizadas o no, a manifestarnos, pero esta vez debe ser abiertamente, ya no en forma silenciosa, sino con toda la fuerza y alzando la voz de la rebeldía, de la dignidad, que vayamos todos a manifestar para rescatar nuestra esperanza, para defender la voluntad del pueblo expresada en votos.
Este es un momento crucial para nuestra sociedad, hoy es el punto de inflexión para caminar hacia una sociedad distinta, “hoy más temprano que tarde se abrirán las alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor” (Allende, 1973), eso es el futuro, eso es el encuentro de un pueblo que busca el bienestar de todos sus ciudadanos, no de algunos, que hoy porque tienen el poder creen que nos pueden someter a designios esclavizantes y de barbarie, propios de otros siglos.
Hoy es tiempo de unidad, hoy es momento de actuar como un solo pueblo, hoy tenemos que expresarnos para ser libres, hoy tenemos que decir que no a todos esos que han dominado el Estado y sus instituciones y los han saqueado en un país con hambre, con desnutrición, con desigualdad.
Invito a todas las expresiones ciudadanas a manifestarse en contra de este Golpe de Estado Técnico, no importa su orientación o ideología, este es el momento del pueblo soberano, de nosotros mismos, hoy invito a los medios de comunicación a unirse con su pueblo a expresar su rechazo a este grupo oscurantista.
Hoy llamo a la reflexión a jueces, a fiscales, a diputados, que todavía gozan de decencia, a manifestarse y luchar contra la corrupción y la impunidad condensada en este oprobioso grupo. Igual invito a funcionarios del actual Gobierno a renunciar, la decencia todavía puede salvarse, no se queden ahí, únicamente por disfrutar un puesto y devengar un salario, renuncien ya, pero además háganlo público, ustedes pueden contribuir a la unidad y a expresar la indignación y la rebeldía.
Extiendo mi invitación a los colegios profesionales a que se manifiesten públicamente ante el atropello que estamos sufriendo, no se pueden quedar callados, eso es apañar a los sinvergüenzas, manifiesten su repudio, únanse a la voz del pueblo.
Este es el momento de pueblo, defendamos la expresión soberana que expresamos con votos, para cambiar el rumbo de nuestro país, salgamos a las calles, manifestemos con ollas en las puertas de las casas, platiquemos con nuestros hijos y familiares, no podemos permanecer ajenos a lo que se nos viene encima.
Espero que la Corte de Constitucionalidad con la poca vergüenza que les queda, hagan lo suyo en contra del actual mandatario, la fiscal general, el juez venal y ese fiscal arrogante de poder, para que terminen en la cárcel, tal como se merecen y seguro debe haber otros más. Actúen con la poca dignidad que les queda.
