Con el tema: “El tiempo y la paz fluyan”, e inspirado en la palabra del profeta Amós que dice: “Que el derecho corra como el agua, y la justicia como un torrente inagotable”, el Santo Padre Francisco hizo público el 25 de mayo de 2023, su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por “el cuidado de la creación”, que inicia el 1° de septiembre y finaliza el 4 de octubre, en el Día de San Francisco de Asís.
En en definitiva, creo que esta jornada está dedicada a San Francisco de Asís, y me recuerda que el Papa Francisco título su Carta Encíclica: “Alabado seas”, precisamente por el famoso “Cántico a las Criaturas” del célebre santo, en el que se exalta y glorifica a Dios por su creación: “Alabado seas mi Señor, por la hermana nuestra Madre Tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.”
La Carta Encíclica del Papa Francisco, fue publicada en el año 2015, es un documento muy significativo que va concatenado a la jornada de oración; además de estar dirigida a todas las personas del mundo, es una obra preciosa de trascendental importancia, en ella, el Papa define su postura exacta sobre la aceleración de la crisis ecológica en el mundo y todo lo que contiene.
Este superlativo comunicado papal, es una clara advertencia y un gran reto para que la humanidad logre urgentemente frenar y detener el desequilibrio ambiental; al principio de la Encíclica, el Papa Francisco afirma que los seres humanos “hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, de la Tierra, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes.”
Dentro del mensaje para esta jornada, el Santo Padre Francisco manifestó lo siguiente: “Dios quiere que reine la justicia, que es esencial para nuestra vida de hijos a imagen de Dios, como el agua lo es para nuestra supervivencia física. Esta justicia debe surgir allí donde sea necesaria, no esconderse demasiado en lo profundo o desaparecer como el agua que se evapora, antes de podernos sostener. Dios quiere que cada uno busque ser justo en cada situación; se esfuerce siempre en vivir según sus leyes y, por tanto, en hacer posible que la vida florezca en plenitud.
Cuando buscamos ante todo el reino de Dios, manteniendo una justa relación con Dios, la humanidad y la naturaleza, entonces la justicia y la paz pueden fluir, como una corriente inagotable de agua pura, nutriendo a la humanidad y a todas las criaturas…
A muchos se les impide de beber en este río vigoroso. Escuchemos entonces la llamada a estar al lado de las víctimas de la injusticia ambiental y climática, y a poner fin a esta insensata guerra contra la creación…
Que en este Tiempo de la Creación, como seguidores de Cristo en nuestro común camino sinodal, vivamos, trabajemos y oremos para que nuestra casa común esté llena nuevamente de vida. Que el Espíritu Santo siga aleteando sobre las aguas y nos guíe a la renovación de la superficie de la tierra.”
El mensaje se puede leer completo en la página oficial de la Santa Sede.