En los últimos años, y décadas, las transformaciones sociales, económicas, demográficas y epidemiológicas, han contribuido a ampliar el aspecto de la salud. Foto La Hora: Cortesía.

 

La dimensión pública del problema

En los últimos años, y décadas, las transformaciones sociales, económicas, demográficas y epidemiológicas, han contribuido a ampliar el aspecto de la salud. Una rápida y desordenada urbanización y agroindustrialización, cambios en las variables demográficas con su consiguiente movilización y aumento de población madura y vieja, cambios en el estilo de vida, inequidades y discriminaciones, han incrementado a nivel de población, los problemas de salud las denominadas enfermedades no transmisibles, que hoy se producen en alto número en la población de adultos y ancianos y que afecta por lo general a todos los grupos socioeconómicos de la sociedad.

Esos comportamientos sociales, han impuesto incrementos de la morbimortalidad por enfermedades no transmisibles (ENT) imponiendo dos tipos de cargas: por una parte, afectan la productividad de los individuos y su capacidad de generar ingresos y por otro originan un mayor consumo de servicios sociales y de salud, generalmente de alto costo con una sobrecarga de los servicios curativos.

Este tipo de enfermedades se ha dicho que son prevenibles. En gran medida, la prevención está dirigida a evitar la aparición de dos características de los factores de riesgo que anteceden a la presentación de la enfermedad tratando esos factores lo antes posible o una vez han aparecido, evitar el incremento de las ENT y la posibilidad de evitarlas, volviendo de esa manera apremiante e impostergable, la Apuesta en marcha o el reforzamiento de los programas preventivos destinados a modificar la prevalencia de los factores de riesgo.

El componente promoción dentro del grupo de la ENT, no puede limitarse a tratar de modificar solo el estilo de vida; implica además una redefinición entre estado y sociedad de un Estado más activo para alcanzar por ejemplo un desarrollo social más equitativo. El componente biológico humano de ataque a la ENT aunque conceda un rol al mercado, este no debe ser el que predomine en la atención a la enfermedad; insistimos, debe ser mejor dimensionado dentro de un marco de garantía social y de un modelo de gestión y eficacia clínico terapéutica acorde a equidad y a verse como un derecho de vigilancia por el Estado ya que la salud no solo es indudablemente un bien público sino un derecho y el mercado tiene instrumentos poco efectivos para su desarrollo. De tal manera que la salud pública debe ser ubicada dentro del nuevo orden como un instrumento de la democracia y de la participación, un puente para el entendimiento y un vínculo para la cooperación como base para un derecho.

De tal suerte que no podemos olvidar que la forma de hacerle frente a las ENT es a través de un enfoque multifactorial, multisectorial y multidisciplinario, con un mayor enfoque en la prevención y el control de las ENT. Adaptar a ellos los sistemas de salud para ello, requiere un cambio de mentalidad y prácticas individuales e institucionales en la programación para la salud, así como recursos financieros sustanciales.

Lo cultural en el problema de las ENT rompiendo mitos

Los mitos suelen ser en salud un tipo de saber que se opone en algunos casos a poder llegar a una verdad que proporcione utilidad para la acción contra la enfermedad y es el rompimiento de mitos sociales, una necesidad para un mejor entendimiento de causas y formas de combatirlas. Es sobre esto que nos referiremos en las siguientes secciones.

a) un sistema de información resulta muy caro

El sistema nacional de salud al respecto, carece de análisis de costo beneficio de su sistema en cualquier enfermedad o grupos de enfermedades de que se hable. La obligación de todo sistema es medir situaciones, informar sobre evolución de estas y de intervenciones y evaluar impactos de situaciones e intervenciones. Un sistema vigilancia permite integrar esos elementos para facilitar la toma de decisiones hacer recomendaciones sobre los objetivos científicos, actuar con prontitud y eficiencia con el propósito de prevenir agudización de problemas, aumento de complicaciones, prevenir muertes y bajar costos especialmente cuando se está ante problemas reconocidos por su alta prevalencia e incidencia y su repercusiones individuales y sociales.

b) Las enfermedades no transmisibles son degenerativas e incurables

La evidencia científica ha demostrado que la probabilidad de padecer este tipo de enfermedades, disminuye sustancialmente cuando se elimina o modera la exposición a sus factores de riesgo. Hoy incluso, existen tratamientos efectivos que disminuyen sus complicaciones y letalidad. De tal suerte que las ENT no están determinadas por azares incontrolables o por un deterioro biológico inexorable producido por la evolución y el funcionamiento normal del organismo, sino por factores no biológicos modificables.

c) Las enfermedades no transmisibles son padecimientos de la vejez

Es cierto que la mayor proporción de muerte por ENT se da en adultos mayores, pero su aparecimiento y complicaciones, pueden situarse tan temprano como los 15 o 20 años y la morbilidad y mortalidad por estas causas, también existen a esas tempranas edades. A lo anterior cabe añadir que, a edades tempranas, los años de vida saludable y la discapacidad que ocasionan estas enfermedades, afectan la calidad de vida y la productividad. Por consiguiente, a estas enfermedades hay que considerarlas de larga evolución y efectos desgastantes en la calidad de vida y la productividad en todo el trayecto de vida.

d) Las enfermedades no transmisibles son padecimientos de los ricos

La Triste realidad es que en los países menos ricos y desarrollados, en la actualidad es donde más se producen enfermos y muertes por ENT, tanto en hombres como en mujeres y entre los más jóvenes y menos jóvenes. Además existen datos que muestran que la morbilidad y la mortalidad por ENT es más alta entre los grupos más desfavorecidos de la sociedad.

e) Los programas son difíciles de implementar

Obviamente el cambio de comportamiento de la enfermedad, la edad y el sexo, son eje medular de muchas de las intervenciones que se pueden y deben realizar y eso resulta difícil de realizar ya sea para las enfermedades transmisibles como las no transmisibles. Este es un campo cuya investigación y acción requiere de la participación de nuevas disciplinas científicas y probablemente su aporte, nos hará ver que las obstáculos a la fecha existentes no son necesariamente ni mayores ni menores que los de otras enfermedades, sino simplemente específicos del tipo de problemas que ocasionan en cada enfermedad y su solución.

f) La prevención de las ENT es cara

La evidencia existente al respecto, muestra que esto no es necesariamente cierto. Intervenciones anti una enfermedad, pueden ser igualmente costo efectivas que los tratamientos contra la enfermedad a sabiendas que muchos de los tratamientos médicos no curan sino solo controlan ya sea disminuyendo la evolución de la enfermedad o el control de sus complicaciones pero en muchos casos no sanando.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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