Este martes celebramos el carnaval. Luego de tres años de educación virtual los alumnos regresaron a las aulas. Los niños disfrazados circularon por las calles luciendo sus trajes, muchos de ellos elaborados en la casa. Lo que al final resultó ser también un orgullo para los padres.
La iglesia católica entró en la época de cuaresma, la época previa a la Semana Santa, que manda a los cristianos a hacer penitencia. A lo largo del tiempo de cuaresma, los cristianos son llamados a reforzar su fe mediante diversos actos de penitencia y reflexión.
“Según el Código de Derecho Canónico, los cristianos deben guardar ayuno, tomar un solo plato, en la comida o en la cena y abstenerse de comer carne el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. El resto de viernes de Cuaresma también se debe guardar abstinencia”.
Se cree que la abstención se produjo porque en épocas antiguas, la carne era un alimento privativo de las clases adineradas. Lo que dio paso a la costumbre de consumir pescado para estas fechas como un símbolo de penitencia, entrega a Dios, humildad y solidaridad con los que menos tienen.
Por supuesto esta abstinencia debe ir acompañada de la oración, que es indispensable para nuestro encuentro con Dios. Además de realizar actos penitenciales cotidianamente en beneficio de otros, como donar ropa, comida, cuidar ancianos, enfermos y la caridad, que es necesaria para llegar a la Pascua santificados.
En Guatemala y otros países se reza el Víacrucis, cada viernes de cuaresma. Los participantes recorren los interiores de las capillas siguiendo las catorce estaciones que representan el sufrimiento de Jesús, desde su condena hasta su sepultura. En 1991 el Papa Juan Pablo II incorporó una última estación, la número quince, a fin de agregar el momento de la resurrección de Jesucristo. En nuestro país, la tradición del Víacrucis fue iniciada en la Antigua Guatemala por el Hermano Pedro de San José de Betancourt en el siglo XVII.
Recientemente el Papa Francisco propuso que en lugar de comer carne se realicen quince sencillos actos de caridad: 1. Saludar siempre y en todo lugar. 2. Dar las gracias, aunque no «debas» hacerlo. 3. Recordarle a los demás cuánto los amas. 4. Saludar con alegría a esas personas que ves a diario. 5. Escuchar la historia del otro, sin prejuicios, con amor. 6. Detenerte para ayudar. Estar atento a quien te necesita. 7. Levantarle los ánimos a alguien. 8. Celebrar las cualidades o éxitos de otro. 9. Seleccionar lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita. 10. Ayudar cuando se necesite para que otro descanse. 11. Corregir con amor, no callar por miedo. 12. Tener buenos detalles con los que están cerca de ti. 13. Limpiar lo que uso en casa. 14. Ayudar a los demás a superar obstáculos. 15. Llamar por teléfono a tus padres, si tienes la fortuna de tenerlos.
De la misma manera propuso un nuevo ayuno: Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas, ayuna de descontentos y llénate de gratitud, ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia, ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo, ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios, ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida, ayuna de presiones y llénate de oración, ayuna de tristezas y amargura y llénate de alegría el corazón, ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás, ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación, ayuna de palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros.
La Cuaresma tiene seis domingos incluyendo el Domingo de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón son dominantes.
Y TÚ YA PENSASTE CUÁLES VAN A SER TUS ACTOS PENITENCIALES.