Hasta ahora no se ha inventado el manual perfecto para ser excelentes padres y madres. Si bien es cierto hay guías educativas para ellos, grupos de apoyo, conferencias y talleres elaborados por profesionistas en el área que orientan e impulsan la calidad, así como el bienestar de la vida familiar, estas no garantizan un hogar perfecto alejado de problemas y discusiones.
Como su nombre lo indica, son guías que abordan diferentes temas que ayudan en el proceso y crianza de los hijos, estas también dependen de la forma en la que los padres las ponen en práctica.
La forma en la que los padres actúan y corrigen a sus hijos respecto a la vida cotidiana, influye en el comportamiento y la personalidad de los pequeños a lo cual se les denomina estilos parentales.
ESTILOS PARENTALES
La forma de solucionar problemas, tomar decisiones y marcar límites son un referente que influye en los hijos. De esta forma se dice que los estilos parentales son las formas educativas que emplean los padres para con sus hijos.
Hoy en día con la educación moderna, los padres les han apostado a nuevas formas de enseñanza que incluso suelen ser menos rígidas que antes, basándose en la comunicación y la comprensión hacia sus hijos.
Los expertos aseguran que hay dos elementos claves cuando se estudian los estilos parentales; el afecto y la comunicación que se tiene con el menor.
TIPOS DE ESTILOS PARENTALES
Se divide en cuatro estilos diferentes, estos varían con el paso del tiempo y están influidos por características propias del niño. Estos son:
Estilo democrático o autorizativo:
Se basa en el afecto constante hacia el hijo, los padres están sensibles ante las necesidades del menor. Se le proporciona las explicaciones necesarias y promueve la conducta deseable.
Una de las maneras que se utiliza para cambiar conductas es mediante el razonamiento y promueve la comunicación sin barreras.
Es fundamental que el niño conozca los límites y las normas establecidas por sus padres. Según los expertos, en este estilo en comparación con los demás, los hijos demuestran tener un mejor ajuste emocional y de conducta. Acostumbran a ser niños estables y alegres, siendo independientes y comunicativos.
Estilo autoritario:
Este estilo no alaba las conductas adecuadas, las reglas son impuestas y la comunicación suele ser de arriba, cerrada y con poco diálogo, promoviendo la afirmación de poder de los padres sobre el menor.
Este estilo favorece a una escasa autonomía lo que hace que el hijo se sienta inseguro de tomar sus propias decisiones.
Estilo permisivo:
En este estilo predomina que los padres sean indiferentes tanto ante las conductas positivas como a las negativas de sus hijos, mostrándose pasivos y dedicándose sólo a atender las necesidades de los menores.
Se evita así la afirmación de la autoridad, y en muy pocas ocasiones hacen uso de límites o castigos, tolerando cualquier impulso de estos.
Estilo negligente:
Los padres y madres con un estilo parental negligente transmiten bajas dimensiones de afecto y comunicación, así como una escasez de control de exigencias.
Son completamente pasivos hacia el mal comportamiento de sus hijos, a raíz de esta forma de crianza, los niños pueden presentar problemas académicos y sociales. Este estilo negligente presenta muchos problemas para el desarrollo del niño y es totalmente negativo.
CONSEJOS
Independientemente, del estilo parental más fuerte que poseas, te dejamos los consejos de una red de psicólogos de Madrid, España especializados en Psicología General Sanitaria, para que la comunicación y relación con tus hijos sea más efectiva.
Procurar no gritar ni insultar a los hijos.
Fomentar la confianza y el diálogo.
Aconsejar, desechar el castigo físico ya que tiene más consecuencias negativas que positivas.
Pasar tiempo de calidad y demostrar afecto a los hijos generará confianza en el niño.
En adolescentes se pueden negociar conductas y sus consecuencias o privilegios.
No comparar al niño con otras personas o con sus hermanos.
El padre no es amigo del hijo. Este es un fallo típico de los padres, ellos deben ejercer como tales. Un hijo necesita normas y supervisión.
La mejor educación viene de un buen ejemplo. Los padres deben ser un buen ejemplo, no utilizar malas palabras, ni actuar con conductas que no se quiere que el niño repita.
Exigirles responsabilidades (acordes a su edad).
Enseñarle a no mentir, a pedir disculpas (el padre debe pedirlas cuando se equivoque) y a perdonar.
Cuéntanos: ¿Con qué estilo parental te identificas más?
