Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Hace unos días parecía, que dejábamos atrás la pandemia de COVID-19, sin embargo en muchos países del mudo incluyendo Guatemala, esta nueva variante, llamada ómicrom y sus linajes, o descendencias nuevamente nos amenazan debido a su rápida propagación por 95 países del mundo y se considera la «más preocupante» desde la variante Delta.

Los científicos estudian sus características, y al parecer ómicron tiene un mayor riesgo de reinfección en comparación con otras variantes altamente transmisibles. Actualmente se busca determinar la eficacia de los anticuerpos para neutralizarla.

Pfizer afirmó que su vacuna y dos refuerzos han demostrado la capacidad de neutralizar la nueva variante ómicron en una prueba de laboratorio preliminar.

Moderna aseguró que la dosis de refuerzo de las vacunas de Moderna ofrece protección contra la variante ómicron.

Sigue preocupando que pueda romper la fuerza protectora de los anticuerpos y la inmunidad de grupo de la vacuna COVID-19.

Las personas no están de acuerdo en qué se necesite un refuerzo de vacuna contra el COVID-19. Y tampoco en recibir un pinchazo, que podría salvarles la vida. Sin embargo, esto no es sacado de la manga, como acostumbramos decir, “Las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 no son una idea nueva. Incluso cuando se autorizaron por primera vez las vacunas COVID-19, la mayoría de los científicos habían recomendado recibir al menos una inyección adicional, conocida como estrategia de refuerzo, para completar la dosis primaria.”

Esto se dijo a pesar de la excelente eficacia inicial de las vacunas, porque los niveles de anticuerpos de las vacunas tienden a disminuir después de varios meses. Además, este tipo de refuerzo es necesario para que muchas vacunas contra enfermedades infecciosas produzcan una inmunidad duradera.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ya habían aconsejado a todas las personas vacunadas a partir de los 18 años que recibieran una dosis de refuerzo para obtener una protección adicional. Esta recomendación se ha reafirmado ahora con la aparición de la variante ómicron.

Lo que indica que las vacunas de refuerzo podrían ayudar a frenar la propagación de la pandemia en adelante. Además, un estudio publicado en The Lancet, que evaluó las vacunas de refuerzo en unas 2,900 personas en el Reino Unido, demostró que la mayoría de las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 refuerzan la inmunidad.

Todos los participantes en el ensayo clínico tenían más de 30 años, nunca habían dado positivo en las pruebas de detección del coronavirus y se habían vacunado completamente con la vacuna de AstraZeneca o con Pfizer.

Aunque todavía estamos aprendiendo a medida que avanzamos en la pandemia, los expertos sugieren que necesitaremos dosis de refuerzo. También existe la posibilidad de que las dosis de refuerzo de COVID-19 se administren anualmente, de forma similar a las vacunas contra la gripe.

Y por supuesto es importante recordar que las personas que tienen una respuesta inmunitaria deficiente deberían considerar la posibilidad de recibir una dosis adicional porque es probable que su inmunidad inducida por la vacuna disminuya más rápidamente, dicen los científicos, así como las personas mayores de 65 años, pacientes diabéticos, enfermos crónicos de riñón e hígado, el personal sanitario, personas con enfermedades malignas y las que reciben radioterapia o quimioterapia.

¿Y USTED YA SE COLOCÓ LOS REFUERZOS PARA EVITAR CONTRAER OMICRÓN?

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