Fernando Mollinedo C.
Iniciar un año tiene significado muy especial para las diferentes culturas del mundo pues éstas acarrean tradiciones nacionales, familiares e interpretaciones de su historia; es la época propicia para agradecer todo lo realizado e iniciar el año con actitud para crecer y mejorar como persona para lograr las ambiciones personales que les permita alcanzar las metas propuestas.
La cultura China celebrará el Año Nuevo el 22 de enero, está fijado en el día de luna nueva más próximo al día equidistante entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, produciéndose la mayor migración humana del planeta denominada “el movimiento de primavera” con millones de personas que viajan a sus lugares de origen para celebrar esa fiesta en unión de sus familiares. Tradicionalmente las culturas coreanas, de Singapur y otros países asiáticos fueron influenciados por la tradición China.
El Año Nuevo japonés se celebra el 1 de enero porque ahora se usa el calendario gregoriano en lugar del calendario chino. Comienzo de un nuevo año financiero para las empresas indias en todo el mundo; es el DIWALI, que honra a la diosa de la riqueza Lakshmi; esta cultura influyó a budistas, sikhs, así como a la sociedad de Nepal, Bangladesh, Malasia y parte de Singapur. El NOWRUZ es el año nuevo persa, se celebra el 20 de marzo de cada año.
El Año Nuevo en Tailandia, Camboya, Bengala, Sri Lanka y otros países de Asia del sur se celebra el 13 o 14 de abril. En Israel el Año Nuevo o Año Nuevo judío se celebra en los meses de septiembre u octubre.
Las primeras celebraciones de Año Nuevo conocidas en la Historia se remontan a Mesopotamia y datan de unos dos mil años antes de la era cristiana; la festividad del Año Nuevo es considerada como la más antigua. La celebración del día de Año Nuevo en las culturas occidentales se remonta a la época romana, cuando el día se le dedicaba a Jano, dios de los dos rostros de las transiciones y los comienzos: un rostro observa hacia adelante y el otro hacia atrás y aunque los romanos utilizaron el día 1 de marzo como el inicio de su Año Nuevo; la celebración que perdura hasta el presente se inició cuando el emperador romano Julio César con ayuda del matemático Sosígenes, rectificaron el calendario en el año cuarenta y seis antes de nuestra era, denominándolo Juliano.
El calendario Juliano sufrió modificación pues en el año mil quinientos ochenta y dos con la decisión del Papa Gregorio XIII de ajustar el desface del calendario, modificando la regla general del año bisiesto cada cuatro años. Cuando se instauró oficialmente el calendario Gregoriano. En la actualidad la mayoría de los países utilizan el calendario Gregoriano como su calendario civil, y de acuerdo a éste, el 1 de enero se inicia un nuevo período de vida, un Año Nuevo con la quema de fuegos artificiales al filo de la medianoche en cada zona horaria.
Los calendarios romanos Juliano y Gregoriano, cada uno en su tiempo, ha sido un sistema arbitrario implantado que calcula los días del año a través de un sistema para saber cuándo recaudar impuestos.
En Guatemala, no existe una tradición original para la celebración de un Año Nuevo; la imposición cultural y religiosa de la cultura española de los conquistadores, se ha hecho tradición en un segmento de la población mestiza; sin embargo, por la imitación cultural de países europeos y en especial de Estados Unidos de América, una gran parte de la población asumió como propias también, las celebraciones del Año Nuevo el día 1 de enero, el Día de Brujas, el Día de Gracias y algunos hasta celebran el 4 de julio día de la independencia.
La población originaria, mal llamada indígena, otros les llaman pueblos originarios o grupos étnicos, conserva algunas tradiciones ancestrales a nivel socio familiar, entre ellas algunas originadas por costumbres y religiones extranjeras que por medio del sincretismo se han convertido en parte, no sólo del folklore nacional sino de celebración anual del Año Nuevo. Es importante indicar que el AÑO NUEVO MAYA se celebra en fecha veintiséis de julio de cada año.
Y, como guinda al pastel, esperamos un Año Nuevo que apacigüe la delincuencia y que la madre naturaleza conserve la calma en este territorio.