Rodulfo Santizo

minchitoss1@yahoo.com

Guatemalteco, migrante, facilitador de procesos para fortalecer el tejido social, visor y monitor del bienestar social, multifacético, persistente, soñador por una Guatemala diferente, gestor en desarrollo.

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Los migrantes son la catapulta actual del desarrollo de Guatemala por medio del envío de las remesas para que las familias sigan utilizándolas como el combustible y lubricante necesarios que se necesita para seguir moviendo varias actividades económicas y productivas que se dan en todo el país.

Y es que sin las remesas nadie puede actualmente hacer mayor cosa lícitamente, recuerden que son millonadas de dólares las que ingresan al país cada año, –imagínese usted– ¿Qué sector se puede dar ese lujo?, y las cosas siguen como que nada pasa, a la diáspora guatemalteca en el extranjero solo ellos y sus familiares le dan importancia y el mérito del papel histórico que hoy representan; bueno aunque los grandes emporios y monopolios comerciales tradicionales y gobernantes del país, lo reconocen en sus adentros, pero no pueden decirlo abiertamente porque no les conviene reconocer y decir que hoy los migrantes son el “Sector Económico más importante de Guatemala”.

Gracias a este importante grupo, que decidió dejar sus comunidades e ir a fajarse como verdaderos héroes para reinsertar al progreso a sus familias y sus comunidades, sacrificando muchas veces el rompimiento del núcleo familiar y el tejido social de muchos territorios del interior de la república, inyectándole al sistema una nueva forma de convivencia, estableciendo un vínculo en la lejanía entre migrante y su familiar en Guatemala.

Soy amigo de muchos migrantes que con mucho sacrificio mandan sus ahorros para que sus familiares estén mejor, pagándoles educación, salud, alimentación, vestuario, construcción de vivienda, entre otras tantas cosas a las que pueden tener acceso. Algunos me cuentan sus satisfacciones con un orgullo que los hace sentirse contentos y satisfechos, lo cual me da envidia de la buena.

Y es de valorar ese gran esfuerzo, porque muchos no se van al extranjero a darse la gran vida, llegan a vivir en comunidad, viviendo varios en un apartamento, abaratando todos sus gastos, limitándose de muchas cosas, a veces comiendo lo más simple posible para que las familias en Guatemala puedan vivir mejor, producto del arduo y duro trabajo, teniendo largas jornadas laborales, en muchos casos durmiendo poco.

Al relacionarme con migrantes empresarios de otros países o los mismos americanos que necesitan constantemente los servicios de un migrante guatemalteco, exclaman; “Esos Chapincitos son buenos para trabajar”, no se rajan ante cualquiera circunstancia y lo bueno es que todo lo saben hacer.

Esa satisfacción la he sentido infinidad de veces, me siento contento de ver a la paisanada en pleno escenario de la fama en muchos estados de la Unión Americana.

Tengo cantidad de amigos del área rural de muchos lugares de Guatemala, que por suerte y asuntos de trabajo pude conocerlos allá, ahora los reencuentro en este país y me doy cuenta de que mis amigos campesinos de pequeña estatura en su mayoría, siguen siendo esos guerreros y gente trabajadora, porque son auténticos hombres de maíz, responsables diría de un 97% de las remesas enviadas.

Saben otra cosa, muy pero muy interesante, que en esa gente de mediana altura, campesinos del área rural de Guatemala, conservan sus tradiciones comunitarias, diferente al grupos étnico, los ladinos; en ellos veo su amor a estar en comunidad, auxiliarse mutuamente y sentirse orgullosos de su identidad en cualquier lugar y situación que se encuentren en los Estados Unidos.

Los usos y costumbres comunitarios que tenían en Guatemala los siguen conservando en la lejanía, razón suficiente para apoyarlos y recordar nuestros tiempos y episodios del extensionismo rural del sector público agrícola, como facilitador, promotor, formulador, gestor de procesos de desarrollo, a veces también defensor de causas nobles e injustas, visor, auditor social, mediador, reclamador hasta las cachas para llegar a un diálogo que garantice la vela, defensa y protección de nuestros intereses, beneficios y derechos como diáspora guatemalteca.

Por otro lado, hay otro sector que silenciosamente está también haciendo mucho, aportando enormemente a la economía de los Estados Unidos y Guatemala, pagando impuestos y dando empleo en los dos países, integrado por varios migrantes empresarios guatemaltecos, quienes se están empoderando para ser vanguardistas en muchos procesos de desarrollo que los migrantes guatemaltecos necesitan, proponiendo una manera diferente de hacer las cosas, ellos son un orgullo y ejemplo de éxito, experiencias, emprendimiento, pertenencia, constancia, filantropía y fortaleza para ponerlos en práctica en los pueblos originarios de los migrantes.

Nos estamos reorganizando poco a poco para dar un salto de grandes dimensiones y demostrar que esta fuerza migrante tiene poder para cambiar sistemas en el corto, mediano y largo plazo, confiamos en nuestro Dios para hacerlo realidad.

Felicidades en este 2023 y que la paz sea con todos los guatemaltecos, pongamos cada quien nuestro grano de arena para buscar la paz, armonía individual, familiar y comunitaria, con esto contribuimos a poner en práctica los 10 mandamientos y hacer valer la paz firme y duradera que necesita Guatemala.

Únase al movimiento de ayuda y favores por el necesitado. Minchitoss1

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