Siempre he dicho que, al pobre Kevin López Oliva, Secretario de Comunicación Social de Alejandro Giammattei y quien hace de su vocero le toca un chance ruin porque le toca andar repitiendo como loro muchas cosas, varias de ellas mentiras burdas como aquella del atentado.
Viendo un intercambio con periodistas, expresé que al Secretario no se le da mucho eso de contestar en el rato y quizá por eso todo le gusta hacer por chat, por medio de terceros o mandando cartas porque lo que natura no da, Salamanca no presta.
Sabe sus limitaciones y por eso se aferra a discursos de ideología (seguramente no sabe ni definir qué es izquierda y derecha) y habla de “elucubraciones recalcitrantes hepáticas” pero el León juzga por su condición porque eso es lo que toca ver al pobre Kevin todos los días en un Gobierno en el que muchas decisiones se toman con hígado, ánimos de venganza y negocios. Seguramente Kevin ha estado enfrente del Presidente cuando le “saca la madre” a la gente.
Y ayer, nos mandó una carta en relación al editorial que publicamos de “Corrupción y Migración”, misma que está publicada de manera íntegra en nuestra página.
Ahora bien, el Secretario trata de pasarse de listo porque nosotros nunca dijimos que alguien puede migrar de manera irregular, él usa datos que no han publicado porque las 1,160 visas temporales era lo que el Gobierno reportaba a junio, así que sería bueno que actualicen la publicación.
Pero el punto que Kevin no aborda es lo que dice el editorial respecto a la corrupción que este y otros Gobiernos han generado y que tienen incidencia directa en que mucha gente necesite migrar para aspirar a más y mejores oportunidades.
Hay gente que ha expresado que se siente como en Nicaragua, es decir, se tragaron el dulce de los temas económicos, del dejar hacer y pasar, pero ahora se dan cuenta que alentaron demasiado a Giammattei y a Miguel Martínez, al punto que expresan serias preocupaciones por el tema electoral.
En La Hora entendemos que Giammattei y Cía., no digamos el pobre Kevin, son aves de paso, que el problema del país es más profundo y que las soluciones van más allá de ellos. Dicho eso, no podemos restarle mérito a este Gobierno por lo que han hecho para lograr controlar todas las instituciones del Estado.
No operamos con chismes, ni con inquinas personales porque quienes nos leen se quieren empoderar para tomar mejores decisiones, entender las cosas y sobretodo, ver las salidas a un laberinto.
Cuando Giammattei quiera, no su Secretario, tener una entrevista en la que se pueda expresar, pero a la vez acepte ser cuestionado de los temas de fondo y no como en las entrevistas en sus medios predilectos, las puertas y los estudios estarán abiertos porque la gente quiere respuestas de sus autoridades.
Kevin tiene que entender que, pasada la presidencia, queda como el Kevin de la película y, es decir, muy solos en una casa que se termina sintiendo grande y no es bueno servir a los amos con lo que pidan sin cuestionarlos y tener los sustentos.
La enredada que se pegó el pobre con el tema de atentado hizo evidente que no tiene el juicio ni el amor propio para decir “yo no me voy a exponer de esta manera” y aunque no lo comparto, lo entiendo porque al final todos tenemos necesidad de llevar a poner el pan a la mesa, pero nunca debe olvidarse que la satisfacción de hacer las cosas de cara al sol no lo da ninguna cantidad de dinero.
Puede seguir manifestando sus inconformidades que le serán publicadas y solo pedimos tratos igualitarios en el sentido que no rehúyan nuestras consultas y respondan con la verdad.
El día en que, además, deseen decir la verdad de la salud del Presidente esperen y sepan que La Hora lo seguirá manejando con altura porque es un tema serio y en el que nosotros no le deseamos mal al mandatario, pero insistimos que es un tema de interés nacional.
Que pase unas felices fiestas, que no le remuerda la conciencia repetir tantas mentiras y no tener el valor de abordar los problemas de fondo, optando por “la ideología” y querer poner a la prensa independiente como los enemigos.