El vocero del gobierno dispuso incursionar en el debate que hay en Estados Unidos por la aplicación del llamado Título 42 a los solicitantes de asilo que llegan a la frontera de Estados Unidos y, como si supiera del tema, dijo que Guatemala apoya la migración regular, ignorando que esa disposición no se aplica a los migrantes irregulares sino a los solicitantes de asilo. Pero más allá de cualquier consideración, hay que decir que si Guatemala quisiera dejar de promover la migración irregular debiera detener la rampante corrupción que enriquece a los funcionarios y empobrece a la gente.
La migración de Guatemala a Estados Unidos tiene un origen básico en las deplorables condiciones de vida que prevalecen por la falta de inversión para promover el desarrollo humano, en términos generales, porque las instituciones públicas están controladas por la mafia que ejerce el poder y que se dedica a realizar negocios para su propio beneficio. De esa cuenta hay regiones del país que no reciben ningún apoyo porque hasta el dinero que se sitúa para que lo usen las Municipalidades es desviado con fines políticos para asegurar lealtades de alcaldes igualmente corruptos.
Según el mismo gobierno, en su portal oficial, a junio de este año se habían otorgado 1,160 visas de trabajo a Estados Unidos y Canadá como parte del programa del Ministerio de Trabajo y la Cancillería para promover la migración regular. Si entendiera algo de simple matemática no hablaría de ese tema el vocero del gobierno, porque solo la cantidad de deportados el año pasado pasó de los 63,000 guatemaltecos, no digamos la cantidad que logró quedarse.
La migración irregular es un gran negocio para los corruptos porque no solo asegura el ingreso de divisas que mantiene nuestra economía, sino que además satisface las necesidades de millones de familias y con ello se disfruta de una paz social que es consecuencia de ese beneficio económico que el gobierno explota. Al gobierno le importa un pito los migrantes, como demostró el TSE al publicar listados en donde colocaban los lugares de residencia de los guatemaltecos que, confiadamente, se registraron como votantes.
El único camino para contener la migración irregular es invertir en la gente, en su desarrollo y en oportunidades de trabajo que les permitan generar en su propio terruño lo que producen cuando encuentran oportunidades, como pasa en Estados Unidos. Mientras eso no ocurra, solo los ignorantes pueden hablar de promover la migración regular y los guatemaltecos seguirán siendo explotados por coyotes que les llevan a la meta soñada.
