De qué hablamos

En el 2021 Alejandro Cerón y Gila Goldstein en la revista análisis de la realidad nacional de la Usac, hacían ver que el accidente cerebrovascular (ACV) es una de las principales causas de muerte en Guatemala y el MSPAS, ha informado que es un problema de salud que va en aumento en todas las edades. Por otro lado, se conoce que toda la cadena de atención del ACV, está muy mal diseñada por el sistema de salud y tal indolencia, tiene un impacto profundo en la calidad de vida de muchas familias, así como en los recursos de los sistemas de salud. También resulta evidente, que no existe una coordinación clara después de un ACV, entre las distintas autoridades y unidades de salud, lo que pone a los pacientes con ACV y sus familias en un aprieto, lo que conduce a la falta de apoyo y atención posterior.

El MSPAS a lo largo de los últimos años, por varios medios ha alertado a la población a poner atención a los signos de alerta de un ACV:

  • debilidad en la mitad del rostro, es cuando se tuerce.
  • debilidad de un lado del cuerpo, ya no se pueden movilizar una o las dos extremidades superiores.
  • problemas en el habla, sensación de que la lengua comienza a trabarse al pronunciar palabras.

 

Como bien señalan muchos autores, más que una enfermedad, el ACV es un evento derivado de una serie de factores de riesgo como la hipertensión arterial, tabaquismo, hiperglicemia, obesidad, hipercolesterolemia, y falta de actividad física, entre otros. Otros informes de otras partes de la región, también señalan que hay grandes diferencias de género y grupos social, en cuanto al acceso a la rehabilitación y el apoyo a los familiares, pero en general la asistencia pública y privadamente es muy deficiente en esto.

Los cuerpos de bomberos de las distintas estaciones del país, han manifestado en reiteradas ocasiones que reciben llamadas diarias al respecto y que tienen grandes dificultades para derivar y atender a los enfermos.

La atención de la fase aguda: fundamental pero no suficiente

Todos los que atienden este problema, están de acuerdo en que el éxito del tratamiento, depende de cuan tempranamente sea atendido el paciente y de la calidad del servicio de esta atención. Las primeras horas, incluso minutos, son la clave –afirman los neurólogos. El paciente debe llegar en el menor lapso de tiempo, a una unidad que le brinde los primeros auxilios de forma adecuada y eso porque sabemos que después de un ictus, mueren 2 millones de células por minuto. Es decir, la acción rápida salva el cerebro.

 

La rehabilitación: el proceso olvidado

El siguiente elemento de importancia en el manejo de los enfermos con ACV lo constituye la rehabilitación. En el pasado, toda la atención se centró en la atención en el hospital, pero, en promedio, la duración de la estadía en el hospital es de solo unos 15 días o un mes, lo que significa que la mayoría de las personas regresan a casa muy rápidamente después de un accidente cerebrovascular con más de algún impedimento y con distinto grado de severidad y limitación. Si los cuidados tras el regreso a casa son deficientes o faltan por completo, golpea duramente a la persona que ha sufrido un ACV, por no hablar de al familiar o familiares que tienen que asumir una carga de trabajo muchas veces irrazonable, a veces tanto de día como de noche.

Una buena rehabilitación: crucial

Que haya deficiencias en la coordinación, en la rehabilitación y en el apoyo a los familiares no es nada nuevo y en esto los comités y unidades de apoyo públicas y privadas, deberían prestar más atención, principiando por diseñar e implementar toda la cadena de atención de esta emergencia hasta la atención y rehabilitación en los hogares. Para este grupo de pacientes, la rehabilitación es crucial para tener una buena calidad de vida después, pero también lo es para sus cuidadores el auxilio que se les pueda prestar.

El período de atención aguda hospitalaria y de unidades de salud, es solo una parte de todo el proceso. Por lo tanto, debe haber una buena coordinación entre todos los que participan dentro del sistema nacional de salud, para que ni el paciente ni su familia se quede en el olvido. Son en realidad y deberían serlo planes de coordinación conjuntos institucionales y de organización social y deberían de ser de conocimiento general.

A la fecha, no existen programas de rehabilitación en ningún municipio y ya que estamos en año pre electoral, sería bueno que algún partido tomara esto en cuenta y vaya pensando dentro de sus planes de acción, ofrecer programas de rehabilitación de enfermedades crónicas: que el municipio se comprometa a diseñar conjuntamente con la sociedad civil, para coordinar la rehabilitación de personas con necesidades grandes y de largo plazo, para intervenciones eficientes y de bajo costo.

La falta de claridad entre los principales potenciales actores y los actuales hace que sea difícil para la persona que ha sufrido un problema de este tipo y sus familiares, saber a dónde acudir.

En otras latitudes del mundo, en donde existe organización al respecto han informado que usualmente se reciben muchas llamadas específicamente sobre «a quién acudir después de volver a casa del hospital». Y han demostrado que la coordinación pública-privada, produce claros resultados positivos en términos de no solo recuperación de funciones sino, por ejemplo, estado general de salud, depresión y necesidad satisfecha de rehabilitación. Y en los familiares también: las encuestas muestran que la enfermedad tiene consecuencias importantes para los familiares, incluido el apego y la reducción del trabajo remunerado.

 

El MSPAS debería de ir pensando en mejorar y coordinar los esfuerzos en este aspecto, a nivel de municipios, para apoyar a enfermos y familiares en diversas formas. Deberían fomentar que los municipios diseñen plan de apoyo a familiares de pacientes con enfermedades crónicas y aprender de otros en donde han logrado con éxito paliar la problemática social de las secuelas de estas enfermedades en diferentes formas. Finalmente, no olvidar ver estos planes con equidad, uno debe preguntarse en todo plan ¿a qué se deben diferencias e inequidades? hay que investigarlo porque no es aceptable que haya diferencias tan grandes.

Áreas de mejora en atención a enfermos con ACV

  • Acortar los tiempos de detección-atención, en la atención de un caso
  • Mejoras en la atención de emergencia en todos los niveles de prestación de salud, incluidos tiempos de espera más cortos y mejor cadena de transferencia.
  • Incrementar la oferta de atención para pacientes.
  • Mejorar detección de riesgos y tratamientos preventivos.
  • Diseña planes de recuperación y rehabilitación y asistencia a familias, donde se establece claramente quiénes son los responsables.
  • A todos, independientemente de su sexo y edad, se les ofrece una buena rehabilitación después de regresar a casa y recurrente según sea necesario.
  • El apoyo debe ser seguido y evaluado continuamente.

 

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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