Por ANDREA RODRÍGUEZ,
LA HABANA
Agencia AP
Se trata de una comisión técnica que no participará en las negociaciones que se desarrollan en la isla entre las partes, explicó un comunicado de la delegación gubernamental distribuido hoy.
El presidente Juan Manuel Santos informó la víspera que la delegación de uniformados que viajó a Cuba está encabezada por el general del ejército Javier Flórez y que su objetivo será buscar darle operatividad al fin de la guerra tras la firma de un eventual acuerdo de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, aclaró que el viaje de los militares a la isla no «se trata de una rendición ante los terroristas» y «jamás se doblegará a nuestros héroes», en respuesta a diversas críticas surgidas en el ámbito castrense y políticos de la oposición.
El comunicado del gobierno divulgó los nombres de las 10 personas que integrarán esa comisión técnica dedicada a «iniciar la discusión de diferentes opciones y modelos para la dejación de armas, desmovilización y cese al fuego».
El gobierno y la guerrilla desarrollan conversaciones desde fines de 2012 en esta capital con base en una agenda establecida de seis puntos. Actualmente se discute el resarcimiento a las víctimas, luego de haber llegado a acuerdos sobre los problemas de la tierra, la participación política y combate al narcotráfico.
En la cuestión funcional, la comisión de militares estará bajo la responsabilidad de dos negociadores designados por Santos cuando comenzaron las conversaciones: los generales retirados Jorge Enrique Mora y Óscar Naranjo.
Las FARC indicaron en varias ocasiones que no entregarán las armas sino que las depondrán, pero sin especificar cuál será el mecanismo para hacerlo.
Los guerrilleros han declarado a lo largo de estos casi dos años de conversaciones varios ceses del fuego unilaterales, exhortando al gobierno a tomar la misma actitud. Sin embargo, Santos ha indicado que no dará una tregua antes de que las conversaciones lleguen al final.
La llegada de los militares activos a La Habana ha generado en Colombia opiniones disímiles. Mientras que los simpatizantes de Santos han aplaudido la decisión, sus contradictores, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe, han arreciado en sus críticas.