Por VINCENT THIAN,
KUALA LUMPUR,
Agencia AP

El gobierno malasio batalla con las consecuencias políticas de ambas tragedias.

Los cuerpos y las cenizas de 20 víctimas de la aeronave que fue derribada en julio en el este de Ucrania recibieron honores militares y se declaró un día de duelo nacional, el primero en la historia del país.

Muchas personas en oficinas en este país de 30 millones de habitantes guardaron un minuto de silencio mientras los restos fúnebres eran transportados de la pista del aeropuerto internacional de Kuala Lumpur hacia los funerales privados. Algunos trenes públicos de la capital, Kuala Lumpur, dejaron de operar.

Las 298 personas a bordo fallecieron cuando la nave fue derribada sobre un área en el este de Ucrania controlada por separatistas pro rusos mientras se dirigía a Kuala Lumpur desde Ámsterdam. Entre las víctimas había 43 malasios y 195 holandeses.

Una investigación internacional está en marcha, pero nadie ha sido arrestado.

Mientras que la ceremonia en la pista era solemne y sentida, el regreso de los cadáveres también representó un triunfo político para el primer ministro Najib Razak, cuya de por sí inestable popularidad se vio sacudida por su manejo de la desaparición aún no resuelta del Vuelo 370 de Malaysia Airlines con sus 239 pasajeros y tripulación en marzo.

«Hoy lloramos la pérdida de nuestro pueblo. Hoy, comenzamos a traerlos a casa», dijo Najib en una declaración. «Nuestros pensamientos y nuestras oraciones están con las familias y amigos de aquellos que perdieron la vida. Hoy estamos con ustedes, unidos como uno».

Najib se acreditó la negociación de un acuerdo con los separatistas pro rusos para el regreso de todos los cuerpos de las 298 personas a bordo. Pocos detalles se han publicado sobre lo que se les dio a los separatistas a cambio, y algunos críticos han dicho que las negociaciones con personas que muchos consideran terroristas establecen un precedente peligroso.

«Todo el mundo quiere cerrar este capítulo por las familias, no hay duda», dijo Bridget Welsh, investigador asociado en la Universidad Nacional de Taiwán. «Pero por otro lado, ellos (los asesores de Najib) vieron esto como una oportunidad para que él se viera bien. Fue clave para el gobierno que se percibiera su respuesta, y diferenciarse del manejo del (vuelo) MH370».

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