Por Salazar Ochoa
David Unger, Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 2014 visita Guatemala para presentar su más reciente producción literaria en Filgua. Se trata de la novela «El Manipulador» publicada por Editorial Planeta. Conversamos con David para conocer de qué trata la obra.
Es completamente una novela de ficción, no es un intento por tratar de revelar la verdad. He escrito cinco novelas y casi todas tienen un gancho histórico, lo que quise hacer con esta novela es tratar sobre temas más actuales. El caso Rosenberg me parece fascinante pero no por las razones por las que creo que la mayoría de la gente se siente atraída. En esa época se habló mucho con respecto a que la realidad supera a la ficción pero yo pienso lo contrario. Uno de los desafíos para esta novela era escribir algo que superara la realidad y que fuera más profunda aún. Creo que lo que se ha revelado del caso Rosenberg no es nada nuevo con relación a la historia de Guatemala, este es un caso que muestra las mentiras, los intentos de golpes de Estado en el país. Quise hacer con este libro una exploración más profunda.
¿Cree que logra los objetivos que se trazó con la publicación de este material?
Editorial Planeta compró la novela pocos días después de haber terminado el borrador de la novela y les pareció fascinante. La novela viene con mucho apoyo de la casa editorial.
En realidad al final es el lector quien decide si el escritor logra hacer lo que se propone. El escritor simplemente saca la lancha y no sabe a dónde llegará.
¿Qué opinión tiene con respecto a Filgua y su organización?
Esta es la tercera vez que vengo a Filgua y no había venido desde hace cinco años. Creo que la organización sigue siendo buena, el hecho de que México sea el invitado de honor me parece fenomenal. Guatemala no es un país de lectores, esa es una gran queja que en un país de 15 millones de habitantes estén llegando 35 mil personas a una feria del libro que dura diez días me parece muy triste. Me pregunto porque el nivel de lectura es tan bajo en Guatemala y tengo la impresión que es porque en las escuelas primarias y secundarias la lectura de literatura se hace más bien por obligación que por amor al arte. Quizá los maestros no saben cómo enseñar o presentar literatura para que tenga mayor alcance en los patojos.
Guatemala debería tener muchos más lectores. Me entristece también que en la clase media y alta estas no sean clases de lectores, todo es el pisto, la comodidad, el fin de semana, la casa grande. La gente busca las cosas más ligeras y eso pone al país en un aprieto bastante grande. Esta feria es muy importante no solo para el país sino para toda Centroamérica y América Latina y entre tanta corrupción y robo en el gobierno debería asignarse más dinero de parte del Estado.
¿No cree que esa situación de alienación sea un fenómeno mundial?
Bueno, creo que en Europa hay más lectores, hay más afán por la lectura. En los Estados Unidos no hay tantos lectores pero el sistema de bibliotecas públicas (más de 50 mil) es muy bueno y eso contribuye sustancialmente a la lectura.
¿Lo tomó por sorpresa el Premio Nacional de Literatura el año pasado?
Totalmente por sorpresa, no lo esperaba. No lo esperaba en este sentido: darle un premio nacional a alguien que no escribe en español y que no vive en el país es algo sorprendente pero al mismo tiempo según los comentarios de los escritores y de la gente que me propuso para el premio, el jurado, ellos ven en mi obra algo que es muy guatemalteco, que mi literatura entra muy bien dentro del ramo de la literatura guatemalteca y esto lo digo con modestia aparte: a veces no viviendo en el país esto le da uno la oportunidad de ver ciertas cosas que ocurren dentro del país con otra perspectiva y creo que es precisamente lo que quise hacer con el caso Rosenberg. Usé ese caso como un trampolín para explorar temas que a mí me interesaban acerca de la impunidad en Guatemala, la corrupción, la mentira, el engaño, es decir no hay nada más engañoso que el video que hizo Rodrigo Rosenberg, el hizo unas acusaciones que creo que fueron una mentira total, ¿para qué acusar a un presidente? Alguien puede tener broncas con un presidente, eso lo entiendo y entiendo que alguien se quisiera suicidar como protesta contra un presidente pero que él lo haga con la cara abierta y que trate de manipular las cosas para instigar un golpe de Estado en contra de alguien que es inocente cuando él mismo contrató los sicarios para que lo matarán, eso es una vergüenza.
¿Ha recibido algún tipo de reclamo o queja a raíz de la publicación de esta última novela?
Hasta el momento no porque la novela salió hace una semana, todavía no he oído nada. Regresando al tema del Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias, a mí personalmente no me llegó ninguna queja…
Muchos se preguntaban ¿Por qué usted?
Más que nada la gente que se quejó es gente que no ha leído un puto libro mío y esa es la parte que a mí me jode. Hace tres meses mientras presentaba «El precio de la fuga» en Los Ángeles llegó un guatemalteco y se puso a dar un discurso criticándome abiertamente diciendo ¿Por qué has escrito un libro sobre la frutera en Puerto Barrios de los años 30?, hablando incluso con un tono casi antisemita, le di oportunidad de que dijera todo lo que quería decir para al final preguntarle ¿Has leído el libro? y me respondió No, no lo he leído pero me han hablado del libro. Que me den un premio nacional o no es un asunto en el que no me puedo meter.
¿Qué piensa sobre la crisis política que vive Guatemala actualmente?
Yo la celebro, creo que se están destapando muchas cosas. Espero que todas estas manifestaciones y protestas lleguen a algo. Guatemala lleva setenta años de engaños, hemos tenido momentos bonitos con Vinicio Cerezo por un tiempito, con Julio César Méndez Montenegro por un breve momento, con Álvaro Colom igualmente por un tiempito pero en general la historia de Guatemala es una historia de corrupción y más que nada hoy en día por las maras, por los militares, por gente que busca hacer dinero rápido deshonestamente.
Este destape ha sido una cosa maravillosa, el hecho de que todas las clases económicas y sociales de Guatemala están participando es lo que veo. Esta tarde (sábado), si dios me permite voy a estar en lo que sigue siendo para mí el parque central.
Con respecto a otros temas no tan serios pero igualmente profundos ¿Qué piensa del fracaso de la selección nacional de fútbol en la Copa de Oro?
Creo que ese deporte está sobrevalorado. En Guatemala tenemos a Dwight, ministro de cultura y deportes. Me parece que es una cosa rara mezclar la cultura y los deportes. Realmente no sé qué decirte, no soy muy partidario de los deportes, mejor no opino pero sé que a Guatemala le va bien en los Juegos Panamericanos
Estoy muy feliz de estar en Guatemala y cada vez que tengo la oportunidad de compartir con escritores y artistas, me gustaría conocer a Jayro Bustamante.
Sinopsis de la novela
Guillermo Rosensweig, un abogado rico y carismático, es asesinado en una apacible mañana en la que sale a pasear en bicicleta. Sorprendentemente, la víctima sabía a ciencia cierta que iba a morir y había grabado un video en el que culpaba de su inminente asesinato nada menos que al presidente de Guatemala. La acusación, viralizada a través de YouTube, pone en peligro la estabilidad del gobierno
Promoción especial
Editorial Planeta obsequió a la redacción de este vespertino un ejemplar de la novela de David Unger, «El Manipulador», nosotros lo haremos llegar a la primer persona que envíe un correo a jsalazar@lahora.com adjuntando una fotografía de usted, lector empedernido con la edición impresa del periódico de hoy.