El ministro de Finanzas Álvaro González Ricci, junto al presidente Alejandro Giammattei. El gobierno presentó está semana el Presupuesto 2023. Foto La Hora/Presidencia/Archivo

Tras analizar el Proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos para el Ejercicio Fiscal 2023 -iniciativa 6135-, presentado por el Ejecutivo el pasado 1 de septiembre, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) identificó una subestimación en la proyección de ingresos tributarios de al menos Q7,850 millones, equivalentes al 1% del Producto Interno Bruto (PIB).

Cabe destacar que los impuestos de los guatemaltecos figuran como la principal fuente de financiamiento en el proyecto presupuestario con una proyección de Q84 mil 610.7 millones que equivalen a un 75.4%.

Después de los impuestos, la segunda fuente de financiamiento es la deuda pública por Q15 mil 871.9 millones, que se dividen en Bonos del Tesoro con Q12 mil 775.1 millones y préstamos por Q3 mil 096.7 millones. Le sigue Saldos de Caja que por segundo año consecutivo se prevén en este rubro por un monto de Q6 mil 965.9 millones.

¿POR QUÉ EXISTE UNA SUBESTIMACIÓN?

Según el análisis del Icefi, aunque la previsión de ingresos tributarios de Q84,610.7 millones (carga tributaria 11.2%) pareciera ser consistente con los Q76,315.0 millones (carga tributaria de 10.8%) del presupuesto vigente de 2022, “es notoriamente incoherente con la realidad que muestran los últimos datos reales disponibles”.

El Instituto basa tal argumento a partir de la recaudación efectiva y real de Q52,623.2 millones al 31 de julio de 2022, base sobre la cual elaboró una estimación cautelosa “si no conservadora”, para el cierre de este año de Q86,915.3 millones (carga tributaria de alrededor del 12.0%).

Asimismo, el cálculo de la entidad supera a la establecida en el proyecto presupuesto para 2023, lo que significaría que las autoridades “prácticamente estarían esperando una pérdida de recaudación, tanto en términos nominales como reales”, detalla el análisis.

 

Bajo ese contexto, el Icefi advierte que de mantenerse la tendencia observada hasta ahora en la recaudación de impuestos, la subestimación de la recaudación tributaria en el proyecto presupuestario 2023 “puede resultar aún más grave”.

Con el cierre estimado para 2022, el tanque de pensamiento calculó una proyección “conservadora y pasiva”, es decir sin considerar ingresos adicionales por medidas de política tributaria o de control y acción fiscalizadora de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), para el año electoral de Q92,460.9 millones, con una carga tributaria de alrededor de 11.9%.

Con dicha revisión, la subestimación de los ingresos tributarios es de al menos Q7,850.0 millones (1.0% del PIB), sostiene el Icefi.

Q7.8 MIL MILLONES POR AJUSTAR

En criterio del Icefi, el error de subestimación en la proyección de ingresos para 2023 es de “tal magnitud” que se propaga a prácticamente todos sus indicadores macrofiscales. Es decir que una vez corregida la estimación de ingresos tributarios se debe recalcular todo el presupuesto con “atención especial”, en particular los aportes constitucionales, el déficit fiscal y su financiamiento.

MÁS IMPUESTOS, IMPLICA MENOS DEUDA

Al considerar la millonaria cantidad subestimada en la meta de recaudación prevista en la iniciativa 6135, el Icefi indica que esto debería traducirse en menores niveles de endeudamiento para el país.

“Una corrección en la proyección de ingresos tributarios de alrededor de Q7,850 millones, como lo sugiere un cálculo preliminar del Icefi, y sin considerar los ajustes en el gasto, significaría que el endeudamiento público neto requerido en 2023 pasaría del 1.5% del PIB contemplado a solo 0.5% del PIB, y con esto el déficit fiscal caería de Q18,463.3 millones (2.4% del PIB) en la propuesta presentada a Q10,613.3 millones (1.4% del PIB), con una reducción similar en el saldo de la deuda pública”, se lee en el comunicado.

 

Con el ajuste en el requerimiento del endeudamiento público, el balance en la cuenta corriente por la diferencia entre ingresos y gastos corrientes, pasaría de un superávit de 0.2% del PIB a uno de 1.2% del PIB, mientras que el balance primario (la diferencia entre ingresos totales y gastos, sin tomar en cuenta los intereses de la deuda pública) pasaría de un déficit de 0.9% del PIB a un superávit de 0.5% del PIB.

En otras palabras, la corrección reduciría los requerimientos de endeudamiento público en 2023, “moderándolos a lo que realmente se requiere para financiar la inversión pública y evitaría autorizaciones de endeudamiento público excesivas”, como según el Icefi ha sido el caso en los ejercicios fiscales 2021 y 2022.

COYOY: SON MALAS PRÁCTICAS

Por su parte, el economista y coordinador del Departamento de Investigaciones Económicas de la Universidad Rafael Landívar, Erick Coyoy, comentó a este medio que tanto la subestimación en la meta de recaudación, como contemplar un excedente para los Saldos de Caja son una mala práctica que el gobierno de turno ha tendido a utilizar en los últimos años.

El analista recordó que en el 2021 la SAT obtuvo una buena recaudación tributaria motivada por la recuperación del crecimiento económico, ahora en el 2022 también se observa un aumento impulsado por la inflación.

Sin embargo, en su criterio subestimar la meta de recaudación pareciera que es una “práctica deliberada” de la SAT, para tener una meta modesta y al momento de ajustarla no afecte la estimación real, con lo cual no se pone en riesgo la continuidad del superintendente Marco Livio Díaz Reyes.

Marco Livio Díaz Reyes titular de la SAT entidad que tendrá a su cargo la recaudación para el presupuesto 2023. Foto La Hora.

De acuerdo con Coyoy, el Congreso debería corregir la subestimación porque es un monto muy grande, comparado con lo que efectivamente está recaudando la SAT. Asimismo, el Legislativo debería reducir el endeudamiento ya que en el 2021 “lamentablemente” aumentaron el gasto de la deuda pública, una práctica poco adecuada porque lo que se debería hacer es reducirla.

“Si este año se cumple con corregir la subestimación de los ingresos que ha presentado la SAT, lo que debería hacerse es reducir la nueva deuda y no aumentar el gasto como lo hicieron el año pasado, pues el techo de gasto presentado era menor al finalmente aprobado y subió cuando corrigieron al alza la estimación del déficit, no bajaron la deuda, sino que aumentaron el gasto”, precisó.

 

SALDOS DE CAJA PARA EL AÑO ELECTORAL

Sobre la posibilidad de utilizar los Saldos de Caja -que según el proyecto serán de Q6 mil 965.9 millones- para ampliaciones presupuestarias en el año electoral, el analista concuerda con que así fueron aprovechados este año para diversas ampliaciones que llevaron el techo presupuestario de Q106 mil millones a Q112 mil millones.

“Al Minfin le conviene esa práctica que han adoptado de manejar Saldos de Caja y con mayor discrecionalidad usarlos el año siguiente. Realmente ninguna de las dos prácticas es buena, lo mejor sería ser acordes a la realidad del país, tanto a lo que realmente se recauda como a la capacidad de endeudamiento que tenemos, que ya es muy limitada”, explicó Coyoy.

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