Por Salazar Ochoa
jsalazar@lahora.com.gt
Siempre he visto borroso el papel que los curadores juegan cuando se trata de montar una exposición de arte, hay quienes incluso se atreven a decir que están de más. Sin embargo es importante tomar en cuenta que muchas veces son ellos quienes logran crear el vínculo entre el artista y el espectador para que se conecten a través de la obra y que el mensaje fluya. Conversé con Carlos Bernardo Euler Coy, quien cumple esa noble función en la recién inaugurada muestra (a)normal para despejar inquietudes que quizá usted amable lector pueda compartir conmigo.
¿En qué consiste tu papel como curador de la muestra?
Mi papel en esta muestra ha sido el de un facilitador entre los artistas que están participando y una propuesta que logre unificar una serie de objetivos que hemos trazado para presentar los trabajos, en ese sentido cuestionamos los roles que se le asignan a los cuerpos de los hombres y las mujeres para generar puntos de reflexión y espacios de diálogo con el público
¿Qué opinión merece el rol que han venido jugando los curadores en el arte guatemalteco actual?
La curaduría es un rol necesario dentro del sistema de arte actual no solo nacional sino internacional. Debemos tomar en cuenta que es una disciplina que facilita la comprensión y visibilidad de muchos de los procesos que los artistas realizan. En el caso del proceso nacional, tenemos muchas iniciativas artísticas que han sido visibilizadas y analizadas por algunos curadores como Rosina Cazali y Emiliano Valdés. En esta ocasión se trata de hacer un acto atrevido con Juan Pensamiento. Realizar un proceso en el cual invitamos a la reflexión a la ciudadanía.
(a)normal es una muestra predominantemente guatemalteca ¿Por qué decidieron sumar a una artista colombiana?
Si bien es cierto que los artistas guatemaltecos están dominando en este momento la exposición, tengo la certeza de que con ellos existen puntos con los cuales se discute no solo la estética de una propuesta humana sino también tenemos la posibilidad de encontrarnos como espejos dentro de cada una de las obras que la muestra propone. Vale la pena considerar que estos artistas no son necesariamente considerados como parte del circuito comercial del arte, en ese sentido también podemos pensar que ellos y ellas son voces disidentes dentro de la escena artística guatemalteca.
¿Por qué llamar (a)normal a la exposición? ¿Esto no refuerza los prejuicios y estereotipos que se tienen con respecto a la temática?
Llamar (a)normal a esta exposición es una ironía. Nosotros estamos partiendo de la propuesta de que esta caracterización que suele nombrarnos como normal o anormal podamos romperla, tenemos mucho lastre que nos esquematiza dentro de pocos nombres, pocas alternativas; en ese marco la exposición la planteamos además como una posibilidad, una propuesta, una respuesta enérgica de los artistas al hecho de estereotipar al cuerpo humano.
¿Qué persigue provocar en el espectador esta muestra?
Con esta muestra pretendemos presentar al espectador alternativas sobre cómo pueden pensar su propia identidad y poder al mismo tiempo reflexionar sobre las otras identidades que están cercanas a uno y que pueda tenerse claro que el manejo de nuestras relaciones deben basarse en el respeto y en la equidad. Al mismo tiempo considero que tener espejos más amplios sobre lo que significan los roles sociales de los hombres y las mujeres, podemos tener la oportunidad de generar algunos puntos de transformación y al mismo tiempo de transgresión a lo que la normalidad nos limita o nos subordina.
Puede visitar (a)normal de lunes a domingo a partir de las 10:00 horas en La Casa Centro Cultural, 3 calle 3-59 zona 1, Ciudad de Guatemala