La CEG afirmó en su informe mensual correspondiente a julio que el país va en declive. Foto: La Hora/Captura de pantalla

La Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) afirmó en su informe mensual correspondiente a julio que el país va en declive y el principal problema es la corrupción en los funcionarios en todos los órganos del Estado, lo cual posiciona al país en uno de los índices de desarrollo humano más bajos de Latinoamérica. Asimismo, detalla que se ve poco avance en temas de desnutrición en el país.

“Guatemala sigue mal y en muchos sentidos se deteriora. El funcionamiento del Estado y de la democracia depende de la objetividad en el orden constitucional y los órganos en los que éste se expresa, como también de las leyes subalternas y ordinarias que regulan su funcionamiento y el de la sociedad”, dieron a conocer los obispos que integran la CEG en un comunicado.

Asimismo, afirman que el Estado solamente cumplirá sus funciones “si los actores que le dan vida tienen sentido ético y moral; pueden pervertir el ordenamiento legal, o en cambio suplir con su rectitud moral sus lagunas y deficiencias”.

Destacan que el Estado y la democracia dependen de la objetividad en el orden constitucional y los órganos en los que éste se expresa, como también de las leyes subalternas y ordinarias que regulan su funcionamiento y el de la sociedad.

 

EL PROBLEMA ES LA CORRUPCIÓN

Los obispos resaltan que el problema del país es que “la corrupción, irresponsabilidad, intereses y miopía política de los funcionarios en todos los órganos del Estado han corrompido el sistema, han abusado de él y creado un Estado disfuncional, incapaz de cumplir su función de crear el bien común”.

La CEG indica que como consecuencia de la corrupción el país se encuentra en el puesto más bajo en desarrollo humano de Latinoamérica.

“Y aunque los problemas sean históricos e internacionales, agudiza la situación el hecho que los gobiernos hagan planes de desarrollo solo para corto plazo y con fines electorales”, enfatiza.

DESNUTRICIÓN EN EL PAÍS

Los obispos detallan que siguen sin “ver mayores frutos en la lucha” contra la desnutrición infantil, que se mantienen altos los índices de violencia y no se han promovido políticas reales y efectivas a favor de la población indígena.

En su comunicado puntualizan que “tampoco se ha promovido la aplicación transparente de la justicia, especialmente para las personas de bajos recursos, que además sufren las consecuencias del alto costo de la vida, producto también de condiciones de la economía a nivel global”.

 

LLAMADO A LA FE

La CEG enfatiza que es necesario ver esta realidad desde la fe, desde los valores del evangelio y de la doctrina social de la Iglesia.

“Como seguidores del Crucificado, como creyentes contra toda esperanza (Rm 4,18) queremos ser fieles al llamado que Dios nos ha hecho y del envío que nos ha dado para construir su reino, no importando las circunstancias”, destaca en su mensaje de fe a la población.

Asimismo, la Conferencia Episcopal pide a los ciudadanos creyentes, “pertenezcan o no a una organización política del Estado, a que ejerzan con sentido moral y ético sus acciones en el ámbito público. Al sector privado, a cumplir su función guiados por el sentido moral de su conducta y trabajo”.

También hace un llamado a los ciudadanos que no practican ninguna religión a que tomen conciencia de que también la responsabilidad ética y moral de sus acciones contribuyen a crear una sociedad próspera e incluyente.

“Invitamos a los guatemaltecos a no perder la ilusión de construir la paz en nuestro país. Dios nos llama a procurar la justicia, a defender la vida humana en todos sus momentos y personas, especialmente los más vulnerables”, resalta la CEG.

 

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