Rodulfo Santizo
Los migrantes guatemaltecos que estamos en el extranjero miramos con mucha preocupación y enojo cómo Guatemala la están convirtiendo en un estado fallido y poniéndolo como un país salvaje porque está conducido por funcionarios amigos del vandalismo, nepotismo, impunidad, etc., que nos lleva a una corrupción desmedida y sin precedentes.
Ayer tuvimos la oportunidad de mostrarle nuestra solidaridad y apoyo a la Jueza Erika Aifan por esa decisión que tomó en abandonar el país, presionada por los constantes ataques y amenazas de la orquesta de rufianes que están criminalizando a los operadores de justicia. Nos entristece profundamente estas situaciones, pero también nos da fuerzas para seguir luchando y hacer los mejores esfuerzos para ver una Guatemala donde se respeten los debidos procesos y derechos humanos que han sido violados por esos grupos oligarcas que han estado pegados al gobierno de turno para quitar de su camino a todas las personas de buen proceder que les cuestionen sus perversas y macabras intensiones.
Todos sabemos que hoy tienen dinero producto de los actos corruptos y sus alianzas con lo más perverso del crimen organizado, esto les ha valido pagar y hacer cabildeos en Estados Unidos y tener esbirros que los protegen y defienden en las redes sociales en Guatemala; pero cómo le decíamos a la Jueza “no hay mal que dure cien años” y también “no hay mal que por bien no venga”. Estamos seguros y confiados que los guatemaltecos estamos ya cansados y con un hartazgo hasta las cachas porque esto no tarda en explotar y la sociedad tiene que tomar acciones inmediatas para salir por la vía pacífica a pedir esos cambios estructurales en un país no apto para gente civilizada.
La participación social es la única salida, busquemos esos espacios de diálogo y fijemos un movimiento con un proyecto verdadero para rescatar este país, poniendo un nuevo orden legal de convivencia porque está claro que las cartas constitucionales no son las más idóneas para esta nueva sociedad que está buscando más equidad y justicia social en todas sus interpretaciones.
Licenciada Aifan cuente con nuestro apoyo, confié en Dios, oportunidades habrá por montón y hoy empieza un nuevo ciclo en su vida, donde se une a millones de guatemaltecos que desde el extranjero luchamos por una Guatemala de la Eterna Primavera, llena de oportunidades para todos sus habitantes.
El cambio puede ser posible si utilizamos si catapultamos desde lejos nuestras acciones porque siempre he dicho que los migrantes vamos hacer visibles nuestras capacidades, fortalezas y oportunidades y contribuiremos a ese ansiado reconstruir del cual ahora usted es parte.
Ya estamos cansados de trinquetes, dobles caras, actos bajo la mesa, manejo de influencias, corrupción e impunidad en todas las áreas de la vida, porque el quehacer gubernamental está influyendo en algunos sectores que desgraciadamente los imitan, ¡ya basta!!!.
¡Ánimo, los Aifan son únicos y no están solos!