Cada mañana, Tomasa Pelicó Vicente se levanta muy temprano para dirigirse al invernadero en donde cultiva tomate. Foto La Hora / Cortesía Tomasa Pelicó Vicente
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Cada mañana, Tomasa Pelicó Vicente se levanta muy temprano para dirigirse al invernadero en donde cultiva tomate. El cuidado no ha sido fácil debido a las bajas temperaturas que usualmente se registran en el caserío Chihuitán, Momostenango, Totonicapán, lo que dificulta la buena cosecha, por eso apuesta para que este segundo intento le vaya mejor. “Ahí va creciendo bonito, está empezando a echar flor”, cuenta.

 

Pelicó Vicente junto con otras dos compañeras vigilan que esta vez la producción salga conforme lo esperado. No es para menos, puesto que el primer cultivo se les dañó por el mal uso del fertilizante; esta producción servirá para amortizar la deuda de Q3 mil de cada una para este emprendimiento que deberá cancelar en un plazo de seis meses.

Ella es una de varias mujeres que hace varios meses optó por un “crédito verde” de la  Asociación Utz Che’.  Además del cultivo de tomate, que requiere de todos los cuidados, Pelicó Vicente, de 42 años, tiene una pequeña granja en donde también cría cerdos, ovejas, vacas y una cuerda de terreno para la producción de 60 árboles de aliso y pino.

El cuidado no ha sido fácil debido a las bajas temperaturas que usualmente se registran en el caserío Chihuitán, Momostenango, Totonicapán, lo que dificulta la buena cosecha. Foto La Hora / Cortesía Tomasa Pelicó Vicente

CRÉDITOS VERDES

Los créditos verdes son una iniciativa piloto que busca facilitar acceso a financiamiento con una baja tasa de interés, a personas que no tienen acceso a la banca.

 

En compensación al otorgamiento y baja tasa de interés, la familia que lo recibe se compromete a implementar prácticas de agroecologÍa en su parcela, con lo que se asegura alimentos sanos y resiliencia al cambio climático, explica Yovani Alvarado, director ejecutivo de Utz Che’, una Asociación de Forestería Comunitaria conformada por una red de organizaciones, en su mayoría indígenas, propietarias de tierras y bosques comunales.

En Guatemala, de cada 10 créditos otorgados por las entidades bancarias, cuatro son para mujeres, de acuerdo con el boletín semestral de estadísticas de información financiera por género, hasta diciembre de 2021 de la Superintendencia de Bancos (SIB).

 

La brecha de género en la cantidad de créditos concedidos a personas individuales se ha ampliado en los últimos años. En 2013, esta diferencia era de 19 puntos porcentuales; en 2021, la brecha fue de 25 %; es decir de cada 100 créditos, 75 son para hombres y 25 para mujeres. Sin embargo, en el 2020 esta brecha de género tuvo una diferencia de 29 %, esto en un contexto de pandemia.

Es la primera vez que hace un préstamo y se animó con el afán de sacar adelante a sus tres hijos, dado que es madre soltera que estudió hasta sexto primaria y que le hubiera gustado ser maestra. Foto La Hora / Cortesía Tomasa Pelicó Vicente

PRÉSTAMOS EN MANUFACTURA Y COMERCIO

 

•             La cantidad total de créditos otorgados en ese periodo fue de 5,368,000, de los cuales 43% fueron para mujeres y 57% a hombres, de acuerdo con el boletín semestral de la SIB hasta diciembre de 2021.
•             El saldo total de créditos fue de Q100,366.7 millones de los cuales el 39% fue destinado a mujeres, mientras que un 61% otorgado a hombres.
•             La industria manufacturera fue la principal actividad económica en donde las mujeres recibieron mayor cantidad de préstamos con un 65%; le sigue el comercio con un 54% y la industria de consumo con un 42%.
•             En los hombres, la agricultura fue la actividad con mayor porcentaje de créditos con 66%, seguido de la construcción, con un 61%.
•             En las mujeres, las principales garantías que respaldan los créditos fueron la fiduciaria, con un 70.5% y en segundo lugar los bienes inmuebles con 18.9%.

 

REZAGO REGIONAL

De acuerdo con el Índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial (WEF) en 2021, se muestra de nuevo el rezago de Guatemala en los indicadores regionales y globales. En la medición regional obtuvo 25 puntos, mientras que en la medición global obtuvo el puesto 122, entre un total de 156 países. Este mide cuatro renglones: participación económica, educación; salud y sobrevivencia y participación política, tal como publica el boletín de la SIB.

La brecha de género en la cantidad de créditos concedidos a personas individuales se ha ampliado en los últimos años. Foto La Hora / Cortesía

El informe Brecha de género en el acceso a financiamiento en Centroamérica y República Dominicana del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publicado en marzo de 2021, resume que la evidencia empírica internacional muestra que las mujeres tienen menos acceso al financiamiento, tanto en el crédito personal como al empresarial.

Añade que es una brecha que preocupa porque se debe a factores de oferta y demanda, tanto desde el punto de vista de equidad o igualdad de oportunidades, como de la eficiencia, puesto que en una economía de mercado el acceso al financiamiento es clave para la asignación eficiente de los recursos, pues sus consecuencias son menos crecimiento económico, indica el estudio.

 

Por ejemplo, analiza el caso del país en microemprendimientos, de los cuales un 40% están en manos de mujeres, pero solo el 16% de las PyMEs.

Uno de los cuestionamientos es por qué no se desarrollan estos microemprendimientos sí se debe a una elevada tasa de fracaso en las mujeres microempresarias o porque enfrentan severas restricciones.

Pelicó Vicente desconoce si con su emprendimiento de tomate, la producción porcina o forestal podría dar para más. Foto La Hora / Cortesía Tomasa Pelicó Vicente

Pelicó Vicente desconoce si con su emprendimiento de tomate, la producción porcina o forestal podría dar para más. Es la primera vez que hace un préstamo y se animó con el afán de sacar adelante a sus tres hijos, dado que es madre soltera que estudió hasta sexto primaria y que le hubiera gustado ser maestra.

 

Cuenta que comenzó con la producción porcina debido a que fue una de las mujeres que tuvo mayor asistencia a la capacitación técnica, por lo que salió beneficiada con una cerdita más grande para crianza. Esto le permitirá criar y vender lechones hasta por Q300 cada uno.

Con el dinero del crédito, Pelicó Vicente invirtió en tres ovejas, concentrado para sus dos vacas y un pequeño proyecto forestal. “Uno tiene que luchar cada día para enfrentar cualquier situación”, asegura.

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