Samuel Flores
En el pleno del Congreso se mantienen las cuotas de poder que concentran 127 diputados encabezados por la bancada del partido VAMOS, la cual promueve intereses de grupos elitistas, impulsan la falta de transparencia, reflejadas en la aprobación de leyes regresivas como las Reformas a la Ley de ONG, decreto 04-2020 y otras.
De acuerdo con el Observatorio Legislativo, LEGIS, en el tercer año de legislatura del congreso, vemos que esos diputados aliados al pacto de corruptos provienen de bancadas de los partidos Bien, Creo, FCN-Nación, Humanista, Independientes, PAN, PODEMOS, Prosperidad, Todos, UCN, el ala de la UNE que apoya a Sandra Torres, Unionistas, Valor, VAMOS, Victoria y Viva. Estas bancadas que alientan una democracia fallida, tienen en sus manos la elección del nuevo Procurador de los Derechos Humanos, la Elección de candidatas/os a Fiscal General y Jefa del Ministerio Público, y principalmente, negarse a la juramentación de la magistrada a la CC, Gloria Porras.
Estos diputados se niegan el abordaje de temas como el respeto a los Derechos Humanos, la niñez, desarrollo integral de las mujeres; al contrario, apoyan iniciativas que restringen garantías y libertades a la sociedad civil, a medios y periodistas independientes. La salida del diputado distrital de Sololá, Allan Rodríguez de la presidencia del congreso y sustituido por la congresista Shirley Rivera no cambia en nada la configuración que siguió su antecesor en el cargo. Solo cambió el rostro de ese desprestigiado organismo.
A 11 meses de iniciar el proceso electoral 2023, estos 127 diputados que se articulan para alcanzar mayoría en el hemiciclo promoverán iniciativas orientadas a regalar láminas, programas asistencialistas desde el MAGA, Ministerio de Educación, Ministerio de Desarrollo, Ministerio de Salud y el de Comunicaciones a fin de atraer el voto indeciso principalmente del área rural. Son diputados que operan ONG de dudosa procedencia junto a funcionarios de gobierno y alcaldes.
Mientras que bancadas progresistas integradas por algunos diputados tales como el MLP, Winaq, Semilla, el grupo disidente de la UNE -opuesto a Sandra Torres-, URNG, suman alrededor de 33 congresistas que han mantenido una postura de respeto a los Derechos Humanos y el desarrollo integral rural, aunque con poca influencia a la hora de votaciones importantes.
En el proceso electoral del próximo año la población debe meditar su voto, no dejarse convencer por candidatos a diputados que de aquí en adelante ofrecerán dádivas reflejadas en láminas regaladas, programas asistencialistas, promesas incumplidas por candidatos de cualquier partido, inauguración de obras de construcción de carreteras, -las cuales no son concluidas-, “canciones” de politiqueros. Al contrario, debemos identificar a los congresistas que sí trabajan por sus comunidades y se esfuerzan por garantizar los derechos humanos a fin de fortalecer la democracia para el desarrollo e iniciar el rescate de la población rural, la niñez, a las mujeres, adultos mayores.