Factor Méndez Doninelli
Homenaje a los operadores de justicia, juezas y jueces, fiscales independientes y abogados anticorrupción, que hoy conforman el batallón de la dignidad por el rescate de la justicia y el Estado de Derecho, amenazados por los grupos de corruptos y crimen organizado que tienen secuestrado al Estado.
La historia patria está repleta de episodios heroicos en los que el pueblo y en particular su juventud, han dejado huellas imborrables. Muchas historias son aún desconocidas, otras ignoradas. En ese laberinto de la historia, poco se dice sobre acontecimientos que sucedieron el siglo pasado, sobre todo, porque el sistema dominante quiere imponer la amnesia colectiva.
En Guatemala los estudiantes de establecimientos educativos nacionales de Nivel Post-Primario de la segunda mitad del siglo pasado, respiramos aires de libertad y de ejercicio cívico democrático, acentuados por la existencia de organizaciones juveniles y asociaciones estudiantiles que se extendían por todo el país. Estas asociaciones y su forma de organización herencia de la Revolución de Octubre de 1944, fueron verdaderas escuelas de civismo, de ejercicio de derechos, deberes y libertades juveniles, canales de libre expresión, de formación ciudadana crítica y beligerante que construyó la fortaleza heroica de los jóvenes de aquella lejana época. En todos los centros educativos públicos y en algunos privados había presencia de la asociación de estudiantes a la que pertenecían todos los integrantes del conglomerado escolar. Por lo general, la asociación era dirigida por los mejores estudiantes, distinguidos por alcanzar las notas más altas.
Pertenezco a esa generación de los llamados hijos de la revolución, en alusión a quienes nacimos durante el período revolucionario 1944-1954, con destacada participación en eventos nacionales que ya son indelebles en las páginas de la historia, escritos para la posteridad y recreación de las nuevas y futuras generaciones. Es la generación que en la década de los sesenta desafiamos al sistema e hicimos tambalear al Gobierno dictatorial del general Miguel Ydígoras Fuentes. Es la juventud que en 1962 organizados en el Frente Unido del Estudiantado Guatemalteco Organizado FUEGO y los universitarios representados por la centenaria Asociación de Estudiantes Universitarios AEU, condujimos la lucha preinsurreccional en las heroicas jornadas patrióticas de marzo y abril. La misma generación que inició la lucha armada, que integró la guerrilla de Concúa y fundó las Fuerzas Armadas Rebeldes FAR la primera organización guerrillera surgida en 1962. Por cierto, en este 2022 se conmemora el 60 aniversario de esas gestas de participación histórica de la juventud estudiosa.
En 1962 el detonante de la lucha popular preinsurreccional fue un burdo fraude electoral consumado por el régimen ydigorista, para imponer a diputados espurios que tomaron posesión el 1 de marzo de 1962. Un día antes, el 28 de febrero la Asamblea General conjunta AEU-FUEGO, llamó a rechazar el fraude electoral y a una huelga general para exigir la renuncia del dictador Ydígoras Fuentes. En aquellos días, los militares, las élites oligarcas y los políticos conservadores acostumbraban por diferentes medios imponer gobernantes, diputados y alcaldes mediante descarados fraudes electorales o violentos golpes de Estado para instalar Gobiernos de facto.
Como parte del programa de celebración por el sesenta aniversario de las jornadas patrióticas de marzo y abril de 1962, el próximo jueves 24 de los corrientes se llevará a cabo un conversatorio virtual entre jóvenes dirigentes y exdirigentes estudiantiles de la AEU Oliverio Castañeda de León, quienes conversarán acerca del tema: “Reflexiones de las nuevas generaciones sobre la participación estudiantil en las jornadas de 1962.” La citada actividad se desarrollará a partir de las 7 de la noche, transmitida por zoom y facebook live. Invitan Colectivo FUEGO y la AEU Oliverio Castañeda de León. ¡Atentos! No se lo pierdan.
