Juan José Narciso Chúa
La investigación realizada por el diario digital El Faro de El Salvador constituye un aporte indiscutible, en primer lugar, para destacar el papel que pueden jugar medios de comunicación independientes y que, en segundo lugar, generan lo que se denomina el periodismo de investigación. Ambas características –desde hace ya varios años-, ha venido posicionando a El Faro en el hermano país, pero ahora –que tampoco es la primera vez-, desarrolla una investigación relacionada con nuestro país.
La investigación realizada por El Faro muestra con detalle y precisión increíble lo relacionado con un denominado Testigo A, quien se encuentra en medio de una discusión en donde lo que se busca es llegar a acuerdos sobre cómo financiar la campaña del actual mandatario guatemalteco, por medio del pago de una cantidad impresionante de dinero proveniente del ilícito –corrupción para decirlo más claramente-, proveniente de recursos mal habidos por un ex ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, negociando su permanencia en el puesto a cambio del soborno para financiar una campaña.
La esencia de la investigación que con meridiana precisión desglosa El Faro, se centra justamente en la corrupción como el elemento que detona otras formas o mecanismos que aseguren la continuidad de dicha práctica ilícita, así como asegura “la viscosidad suficiente para aceitar la maquinaria” que se escenifica dentro de las instituciones del Estado y que favorece a ministros, diputados, magistrados, jueces, fiscales, policías y hasta llegar a lo más elevado de la estructura del Estado.
La réplica que vino inmediatamente no fue nueva. El actual fiscal a cargo de la FECI, un pésimo abogado y una persona sin dignidad, inmediatamente señala que “esa noticia es falsa”, pero añade absurdamente “que van a investigar cómo se filtró el audio de dicha audiencia” ???? ¡¡¡¡¡¡ y entonces? Es falsa la noticia, pero van a investigar quién o cómo se filtró el audio de una noticia falsa. Vaya galimatías o embrollo en el que se involucró el referido fiscal, por su notoria falta de capacidad para manejar una situación que afecta a su actual jefa y al jefe supremo.
Cómo bien señalan en El Faro, representan un periodismo que resulta incómodo para muchos gobiernos y en este caso, es una bomba, aunque traten de minimizarlo tanto el Gobierno, como los canales de televisión relacionados con el Pacto de Corruptos e igualmente el Ministerio Público, su aparecimiento deja abierta una grieta de preocupación en el actual gobernante y su equipo, así como muestra con todo detalle documentación que el propio MP internamente busca cerrar cualquier investigación de entrega de dinero al Presidente de la República.
Esa es una muestra de cómo el MP se ha alineado con el Pacto de Corruptos y se ha convertido en un ente como constituye el mecanismo para acallar a cualquier persona que intente plantear alguna denuncia o que haga oposición constructiva, un auténtico ente que camina lenta pero seguramente hacia el fascismo.
Así que hoy ciertamente el Faro nos ha iluminado con su interesante y rigurosa investigación, pero seguramente ha provocado malestar y dolor de cabeza en otros que justamente ese mismo día del cariño pudieron conocer la noticia de la solicitud de extradición del expresidente de Honduras. Un susto más, pero esta vez apunta hacia algo más serio.
