Iraida Lisseth Fuentes Martínez de Miranda
Docente universitaria
Los Países tercermundistas debemos empezar ya a salir de ese puesto que las naciones del primer mundo nos dejan, ya es tiempo que dejemos de ser países de solo producir materia prima y venderla a bajo precio y comprar la materia procesada a muy alto costo, hundiéndonos de esa manera en una pobreza institucional en todos los niveles cultural, educativo, de salud, deporte entre otros. Y todo esto conlleva a una sociedad en condiciones precarias de sobrevivencia y seguir siendo países tercermundistas.
¿Qué hicieron los países desarrollados para formar parte de ser naciones de primer nivel de todo aquello en que nosotros somos del tercer mundo? Le apostaron a la educación, a la inversión social y productiva, a la salud. Al invertirle a la educación formaron una sociedad con altos grados de conocimientos, más prácticos que teóricos pues la práctica los llevó a producir y a no escribir libros que terminan engavetados, teniendo una sociedad civilizada, conectadas al desarrollo global produciendo más y consumiendo menos, dando como resultado más producción, mejor salud, menos delincuencia, agregándole a esto mejor atracción turística y más tecnología.
Es preciso mencionar que una sociedad educada tendrá mejor cultura tributaria y el país obtendrá mayores recursos para invertir en el mismo desarrollo, mejores hospitales, mejores vías de acceso y por ende las condiciones necesarias para formar parte de un país de primer nivel como Suecia, Suiza, Holanda, Japón, China, Inglaterra entre otros.
El docente juega un papel importante en la transformación social, pero las ´políticas educativas estatales no van acorde a la búsqueda del desarrollo del país especialmente Guatemala. La calidad de la educación debe visionar un país desarrollado en todo aspecto ya citados anteriormente, pues la calidad educativa toma en cuenta la equidad y cobertura, en un sistema democrático en un ambiente de paz, sin poderes paralelos de los que en Guatemala no nos permiten desarrollarnos como nación.
En un país cooptado como Guatemala en donde no nos permiten el desarrollo social, es oportuna una educación sin calidad; pues con esto se logra una sociedad que permita esta situación, pues con esto se alcanza un país en donde se saquean los recursos naturales (minería) que benefician a las empresas extranjeras y dejándonos nada más la vergonzosa contribución del uno por ciento de la utilidad y un ecosistema destruido y desraigo de las comunidades afectadas. Un Instituto Nacional de electrificación secuestrado por los negocios de funcionarios corruptos y las Compañías transnacionales, y así hundiendo a la población en mayor pobreza y precarias condiciones; solo por mencionar dos casos de los muchos que tenemos en Guatemala.
Y ante esta situación debemos como país primeramente y como pueblo exigir una legislación que todos nos merecemos como nación y el cumplimiento de la misma; digo esto porque es difícil procesar una educación de calidad en todos los niveles sin las condiciones necesarias que la población necesita para tal efecto. Pues solo hoy es importante cambiar los destinos y políticas para mejorar la educación. Y en este camino los docentes poder participar dentro de las políticas justas y poder decir que manejamos el mismo lenguaje aparato estatal y docentes, para construir una nación primermundista tecnológica y humanamente desarrollada en una Guatemala pluricultural, multiétnica y multilingüe.
Con todas las condiciones a favor del desarrollo el impacto de la labor docente se verá reflejada, pues las condiciones serán propicias para dejar la huella como aporte e impacto de la labor docente para el desarrollo de un país, pero dentro de una sociedad justa, con la visión estatal con equidad, en un proceso democrático que añoramos verdaderamente en Guatemala.
Es importante mencionar que los docentes en todos los niveles hacemos una lucha titánica, enfrentando los nuevos retos tecnológicos ante las adversidades y condiciones, pues hay vocación en la labor educativa y el deseo de enseñar y continuar capacitándonos y de acompañar al estudiante para empoderarse de la nueva modalidad de la tecnología e ir evolucionando a los cambios constantes que enfrenta la educación. Además, es una obligación que los docentes estamos llamados a capacitarnos constantemente para estar formados por una serie de etapas que facilita y mejora sus habilidades y comportamientos para desempeñar el puesto de trabajo encomendado y un crecimiento profesional y cumplir con el apostolado docente.
Es digno mencionar que la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala, ha contribuido de manera continua por medio del -IFA- Instituto de Formación Actualización y la escuela de Postgrado, el capacitar al docente para que se traslade los conocimientos básicos tecnológicos y el desarrollo humano en el estudiante San Carlista, dejando huella en el crecimiento estudiantil, formando profesionales altamente capacitados que actúen como ciudadanos responsables, competentes y comprometidos con el desarrollo social y ético, para tener conocimientos y habilidades integrales que permita cumplir con las funciones que requiere su profesión y suplir las diversas necesidades y orientaciones epistemológicas acorde a los cambios tecnológicos educativos para poder transmitir un proceso de enseñanza- aprendizaje -evaluación adecuado y poder determinar que éste debe ser fundamental en la teoría y la práctica, con una visión donde lo que importa es la actualización del docente y su formación permanente.