La Organización Mundial de la Salud autorizó el viernes el uso de emergencia de una vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la estadounidense Novavax y el Instituto Suero de la India, lo que allana el camino para su inclusión en el programa respaldado por la ONU para distribuir las vacunas contra la enfermedad en las naciones pobres.
La vacuna, conocida como CovavaxTM, es la novena que recibe la autorización para uso de emergencia por parte de la OMS, y que representa un voto de confianza para Novavax que también podría significar que las vacunas serán aceptadas por algunos países que permiten el ingreso de turistas que estén inoculados únicamente con las vacunas aprobadas por la OMS.
? WHO issued an emergency use listing for Covovax, expanding the basket of WHO-validated vaccines against #COVID19.
The vaccine is produced by the Serum Institute of India under licence from Novavax https://t.co/7HNKnRbCiX pic.twitter.com/wHfBTRNquI— World Health Organization (WHO) (@WHO) December 17, 2021
El Instituto Suero está produciendo la vacuna desarrollada por Novavax y una gran pregunta es qué tanto suministro puede enviar, y cuándo. Hace tiempo se esperaba que la vacuna ayudara a aumentar el suministro a nivel internacional, ya que las inyecciones sólo requieren almacenamiento refrigerado, una opción atractiva para los países de bajos ingresos en comparación con otras vacunas que requieren un almacenamiento muy frío.
«Esta inclusión pretende incrementar el acceso (a las vacunas), particularmente en países de bajos ingresos, de los cuales 41 aún no han podido vacunar al 10% de su población, mientras que 98 naciones no han alcanzado el 40%», comentó la doctora Mariangela Simao, subdirectora general de la OMS para el acceso a medicamentos y productos de salud, refiriéndose a la gran desigualdad respecto al acceso de las vacunas entre los países ricos y los pobres.
El programa COVAX respaldado por la ONU, que envía vacunas contra el COVID-19 a muchos países pobres, tiene acuerdos para recibir unas 1.350 millones de vacunas de Novavax producidas por el Instituto Suero, el fabricante de vacunas más grande del mundo que cuenta con una licencia para producirlas.
Las vacunas contra el COVID-19 entrenan al cuerpo para que reconozca al virus al detectar la proteína de la espiga que lo recubre, pero la desarrollada por Novavax actúa de forma muy distinta a las vacunas más utilizadas.
Se trata de una vacuna proteica, fabricada con una tecnología más antigua que se ha utilizado durante años para producir otros tipos de vacunas. Novavax, con sede en Maryland, utiliza la ingeniería genética para cultivar copias inofensivas de la proteína de la espiga del coronavirus en células de insecto. Los científicos extraen y purifican la proteína y luego la mezclan con una sustancia química que refuerza el sistema inmunitario.
El lanzamiento de la vacuna de Novavax fue postergado durante meses debido a problemas para producirla a gran escala. El régimen completo requiere de dos dosis.