GLASGOW, Escocia/AP
En las negociaciones climáticas en Glasgow existía la posibilidad de que no se lograra un acuerdo, o que fuese pésimo, y para Patricia Espinosa, la secretaria del clima de la ONU, no había opción.
“El no obtener un acuerdo era el peor resultado posible allí. Nadie gana”, comentó la mexicana Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en una entrevista con The Associated Press el domingo, unas 15 horas después de que cerca de 200 países consiguieron lo que ahora se le está llamando el Pacto Climático de Glasgow.
El mundo obtuvo un acuerdo sobre el clima que, según expertos externos, mostró avances, pero no éxito. No logró ninguno de los tres objetivos de la ONU: Compromisos que reducirían las emisiones mundiales de dióxido de carbono en aproximadamente la mitad; 100.000 millones de dólares anuales en ayuda climática de los países ricos a los pobres, y la mitad de ese dinero destinado a ayudar al mundo en desarrollo a adaptarse a las consecuencias del calentamiento global.
Aún más decepcionante fue que la India, una gran economía mundial que ya sufre sequías y calor extremo a causa del cambio climático, fue la nación que suavizó el lenguaje del acuerdo final de Glasgow.
“Estoy satisfecha”, comentó Espinosa. “Creo que es un resultado muy positivo en el sentido de que nos da directrices muy claras sobre lo que necesitamos hacer en los próximos años”.
Un acuerdo climático no logrará por sí solo limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) desde la época preindustrial, el objetivo general de la ONU, de acuerdo con Espinosa. Pero dijo que sienta las bases, creando un mercado del carbono, permitiendo que fluya más dinero de los países ricos a los pobres, incluso a pesar de que las naciones pobres no quedaron satisfechas y dijeron que es insuficiente.
“No satisface plenamente a todo el mundo”, comentó. “Pero nos hace avanzar. Es una buena solución negociada».