Los habitantes de la Isla La Palma en España temían más temblores hoy, al tiempo que un volcán seguía escupiendo lava cinco semanas después de entrar en erupción.
El miércoles un temblor de magnitud 4.9 estremeció a la isla, al día siguiente de otro de 4.6, informaron sismólogos. Cientos de temblores han inquietado a La Palma desde que el volcán entró en erupción el 19 de setiembre.
Hasta ahora los temblores han sido muy leves, o muy profundos, como para causar daños físicos, pero han agravado la ansiedad de la población. El sismo de ayer se sintió a 96 kilómetros (60 millas) de distancia, en otras tres partes de las Islas Canarias, un archipiélago frente a la costa occidental de África que pertenece a España.
«Desde el comité científico llevamos más de una semana avisando sobre la posibilidad de que puedan ocurrir terremotos, a la profundidad que se está produciendo últimamente, que es mayormente en el entorno de unos 12 kilómetros (8 millas) y con las magnitudes que se está alcanzando, se puede sentir terremotos con una intensidad de 6», declaró a la emisora RTVE María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional de España en las Islas Canarias.
Los ríos incandescentes de lava emanados del volcán Cumbre Vieja han llevado a la evacuación de unas 7.500 personas y han destruido unas 2 mil estructuras, en su mayoría viviendas. A su paso han arrasado unas 900 hectáreas (2.200 acres) de tierras agrícolas, aunque un trecho está desembocando en el Atlántico.
Nadie ha muerto a consecuencia del volcán y, aparte de un sector del oeste de La Palma, la vida por lo general continúa normalmente a excepción de las ocasionales cenizas volcánicas.
La erupción más reciente de este volcán fue en 1971, y duró 24 días. La más extensa fue en 1949, cuando duró 47 días. La erupción actual lleva 39 días.
«El peor (escenario) se dio en 49, que fue la apertura de un nuevo volcán y la parte sur de la isla se quedó apartada y tuvo que ser suministrada por barco. Esto es altamente improbable pero no imposible hoy», explicó el vulcanólogo Vicente Soler.