Madrid,
Agencia dpa

La hermana Juliana Bonoha, de origen guineano y pasaporte español, «no presenta sintomatología de la enfermedad por virus del ébola y el segundo test realizado ha sido negativo», informó el hospital madrileño en el que está ingresada desde su llegada.

Allí estuvo también hospitalizado el sacerdote Miguel Pajares, que el martes se convirtió en el primer europeo en morir de ébola en un brote, el peor en la historia del virus, que se ha cobrado ya más de un millar de muertos en África Occidental.

Ambos trabajaban en un hospital de Monrovia, la capital de Liberia. El religioso se infectó de ébola al cuidar del director del centro, que falleció por el virus.

La monja se encuentra en «buen estado general y estable hemodinámicamente», según el hospital madrileño, que la semana pasada fue vaciado de pacientes para albergar a los dos religiosos llegados de África en estricto aislamiento.

Estará 21 días en observación, hasta que transcurra el periodo de incubación del virus.

Bonoha ya había dado negativo en la prueba que se le hizo en Liberia. A su llegada a Madrid se le repitió el test. El tercero ha confirmado que no tiene la enfermedad.

Entretanto, la habitación que ocupó el sacerdote muerto ya fue limpiada y descontaminada. «Una vez finalizada la fase de descontaminación, está garantizada al 100 % la seguridad de todo el entorno», señaló el hospital.

Quienes atendieron al religioso tienen que estar también 21 días en observación, según los protocolos, que marcan que deben tomarse la temperatura dos veces al día y avisar si supera 38 grados.

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