Gabriel Molina*
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La política necesita a los jóvenes, no como afiliados a un partido político, sino como las voces con diferentes percepciones de la realidad para descentralizar la conversación.

Uno de los problemas que afronta la juventud es la falta de espacios para el diálogo. En la actualidad, proliferan los mensajes efímeros y de baja profundidad, tales como las historias de Instagram, los shorts de YouTube y el fenómeno de TikTok.

Entre las plataformas que copiaron y adaptaron esta modalidad está Twitter con Fleets, sin embargo, y para sorpresa de muchos usuarios, este formato ha desaparecido.

No obstante, se ha incorporado «Espacios». (space en inglés). Un canal de audio como Discord y Clubhouse. Escenarios libres y con roles como hablantes y oyentes, designados por el administrador del canal.

Raúl Barrera, identificado como @raulbarreragt, ha creado uno de estos Espacios donde se han sumado periodistas, abogados, educadores, diputados y cualquiera que esté interesado en conversar.

Entre los personajes que han participado resalta Jordán Rodas, Procurador de los Derechos Humanos, Michelle Mendoza, periodista,  Oswaldo Samayoa, Doctor en Derecho Constitucional Internacional; y Juan Francisco Sandoval, exfiscal de la FECI.

En este Espacio se mencionó que el problema de Guatemala no es de tipo jurídico, sino una crisis política. Y ésta involucra a todos los guatemaltecos, sin importar sexo, edad, poder adquisitivo, nivel académico o lugar de residencia.

Esta crisis se entiende como la falta de participación, interés y espacios de organización para desarrollar un Estado digno para todos y todas.

A poco de cumplirse 200 años de la firma del Acta de Independencia, Guatemala aún se puede describir tal como la nombró Severo Martínez Peláez: la Patria del Criollo, dado que los problemas persisten, donde el poder económico, político y cultural yace en una minoría con riquezas y conocimiento.

Bajo esa línea, el Estado y la sociedad se centralizan en su capital, símbolo del estándar de desarrollo, ya que ahí es donde se ubican los poderes gubernamentales, las instituciones públicas y se concentra el comercio local e internacional.

En 2015, los guatemaltecos lograron la renuncia de Otto Pérez Molina. Trágicamente, el movimiento civil no prosperó y se ha ido debilitando. Una causa son los pocos esfuerzos por el cambio de estafeta a la próxima generación y la indiferencia. Durante mucho tiempo se ha reducido a pensar que «emitir el sufragio» es la manera exclusiva de hacer política.

La vía para restablecer una democracia y república que priorice el bienestar social es a través de la responsabilidad social, traducido a conocer la historia del país, saber cómo funciona el Estado, y más importante detectar cómo las decisiones políticas afectan el diario vivir.

Los mecanismos para hacer los cambios son el diálogo, las propuestas, la organización social, la fiscalización ciudadana y la exigencia de las garantías de los Derechos Humanos.

Por esta vez, comencemos a crear espacios de diálogo y acción de jóvenes para conocer diferentes puntos de vistas que complementen nuestra visión del país. Hoy, los jóvenes guatemaltecos tienen las herramientas para aprender, opinar y conectar con otros.

Una política desde los espacios libres e inteligentes necesita de los jóvenes de todas las partes de Guatemala.

*Maestreando en Comunicación y Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la USAC. Periodista profesional. Vocación de maestro. Joven guatemalteco creyente de la educación, la libertad, los Derechos Humanos, la democracia y la política.

Jóvenes por la Transparencia

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