Un incendio que ha devastado bosques cerca de la Riviera francesa durante cuatro días está reduciendo su velocidad a medida que disminuyen los vientos y el calor, y más de 1,100 bomberos batallaban hoy para controlarlo, informaron las autoridades.
Fue el más reciente de muchos puntos ígneos que han arrasado la región mediterránea este verano. El incendio francés más reciente dejó dos muertos y 27 heridos y obligó al menos a 10,000 personas a evacuar campamentos, hoteles y hogares en toda la región.
El siniestro es «menos violento y su avance se desaceleró», dijo el jueves la administración de la región circundante de Var en un comunicado. Los fuertes vientos del Mediterráneo habían avivado las llamas, pero ahora se están calmando y las temperaturas están bajando.
«Podemos ser optimistas», dijo el jefe del servicio regional de bomberos, Dominique Lain, a la emisora France-Info.
El incendio ya ha quemado 7,100 hectáreas (18,000 acres) de bosque desde que comenzó el lunes a unos 40 kilómetros (24 millas) tierra adentro de la localidad costera de Saint-Tropez.
Se podían ver enormes hidroaviones cisterna acuatizando en el golfo de Saint-Tropez para llenar sus tanques de agua y verterla luego sobre el incendio. Los refuerzos para dar descansos periódicos a los bomberos en tierra llegaban de otras partes de Francia.
Los incendios forestales de este verano han convertido zonas de Grecia, Turquía, Italia, Argelia y España en campos humeantes. En Grecia, cientos de bomberos griegos y polacos estaban luchando el jueves contra un fuerte incendio forestal que diezmaba un bosque de pinos durante cuarto día al noroeste de la capital griega.
Los científicos dicen que hay pocas dudas de que el cambio climático provocado por la quema de carbón, petróleo y gas natural está provocando hechos extremos, como olas de calor, sequías e incendios forestales.