El obispo Víctor Hugo Palma calificó de infortunada, destitución de Juan Francisco Sandoval. Foto: Diócesis de Escuintla

A través de la Diócesis de Escuintla, el obispo Víctor Hugo Palma, realizó una invitación de oración y compromiso cristiano en una carta, replicando el mensaje de la Conferencia Episcopal de Guatemala en el cual recalcan la importancia de la unidad. Además, para este domingo 1 de agosto instó a pedir la necesaria conversión de quienes han entregado “erróneamente” su corazón a la corrupción.

Palma recordó el mensaje de la Conferencia, en el que hablaron de la “infortunada”, destitución de Juan Francisco Sandoval.

Por ello, invitó a los miembros de la comunidad diocesana, así como a los hombres y mujeres de buena voluntad de la sociedad escuintleca, a elevar al Señor en la oración.

“Por la conversión de los agentes de corrupción de la justicia en Guatemala y también en Escuintla, tierra lamentablemente marcada por la impunidad y torceduras de los procesos judiciales”, aseguró.

Juan Francisco Sandoval fue destituido el pasado viernes, por la fiscal general del MP, Consuelo Porras. Foto La Hora

En la carta, menciona que mientras las manifestaciones pacíficas y contundentes son un derecho, así que deben gozar de la protección de las autoridades, ya que son un camino que no se puede quedar en lo esporádico.

También destacó que esto implica un compromiso para renovar de fondo los procesos judiciales deformados “por el ministerio de la iniquidad, recordando que la deseada paz social es un fruto de la justicia auténtica”.

ORACIÓN POR LA CONVERSIÓN DE QUIENES HAN ENTREGADO SU CORAZÓN AL DELITO DE LA CORRUPCIÓN

Por eso, el Obispo, reitera que la invitación es a unirse en oración este domingo 1 de agosto, participando de las celebraciones presenciales o virtuales de las Santas Misas, con la lectura del Mensaje de la CEG.

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia”, indicó, resaltando la importancia de la intención especial de pedir la necesaria conversión de quienes han entregado erróneamente su corazón al delito de la corrupción en todas sus formas (Papa Francisco Año de la Misericordia 11 de abril del 2015).

A la vez, mencionan a María Inmaculada, Reina de la Paz, para que interceda para que el Espíritu Santo renueve los corazones y actitud fraternal, logrando el fruto de la paz por la vía de la justicia.



 

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