Imagen ilustrativa. Pediatras de instituciones públicas y privadas informaron sobre la situación actual de los casos de COVID-19 en menores. Foto: UNICEF

Para los pequeños que deben ser hospitalizados por Covid-19, puede resultar confuso quedarse de pronto en un cuarto aislado, lejos de sus padres, y rodeados por personas vestidas como “astronautas”. Sin embargo, sigue siendo un escenario poco frecuente.

En el caso de los niños contagiados, las alarmas están más elevadas de lo que realmente sucede, coinciden tres médicos pediatras que laboran en los sistemas de salud públicos y privados. Esto a raíz de una publicación de un colega, quien compartió un escenario de un niño con un cuadro respiratorio grave y sin espacio en una red hospitalaria saturada.

NIÑOS NO SON ADULTOS PEQUEÑOS

Imagen ilustrativa. Los adultos deben resguardar a los menores de edad para evitar que se contagien de COVID-19, tomando en cuenta que son considerados como grupo vulnerable. Foto: La Hora/Archivo.

El reconocido neumólogo pediatra Édgar Beltetón compartió su experiencia sobre el comportamiento de los niños y el Covid-19, después de más de un año y medio de esta pandemia. Para comenzar, “los niños no son pequeños adultos”, lo que significa que su respuesta ante el virus es muy diferente.

El punto de partida son los estudios científicos más recientes, como el del doctor Lyudmyla Kompaniyets y colaboradores, publicado en JAMA. Se partió de una revisión de 3 millones de niños en hospitales de varias regiones dispersas de Estados Unidos. Se identificaron a 43 mil niños con Covid-19.

Parte de los objetivos era definir el riesgo en menores y las comorbilidades. Algunos de los resultados indican que la mayoría de los pacientes oscilan en las edades de 12 a 18 años y constituyen el 10% de los hospitalizados. De estos pacientes, 30% requirieron cuidados en el Intensivo.

Según Associated Hospitalization Network, 42% de estos menores presentaron comorbilidades, es decir, una condición médica asociada con: obesidad (38%), asma (14%) y diabetes tipo 1 (3%), así como procesos cardíacos y circulatorios complejos. Es decir, los niños con enfermedades crónicas complejas tienen ocho veces más oportunidad de ser hospitalizados, y tres veces más riesgo de padecer un proceso severo.

Imagen ilustrativa. Uno de los expertos consultados indicó que los niños no son pequeños adultos y por lo tanto su respuesta ante el virus es muy diferente. Foto: La Hora.

“Este tipo de estudios nos da la pauta para tomar decisiones con base científica”, aunque resalta que en Guatemala existe una comorbilidad no estudiada, como la desnutrición, una causa que les dará una pobre respuesta inmunológica. “De allí la importancia de los datos propios”, afirma Beltetón.

En contraste, el doctor Ricardo Menéndez, jefe de pediatría del Hospital Roosevelt indicó que, en los niños desnutridos, el Covid no es un factor de riesgo, aunque en las otras comorbilidades mencionadas sí estuvo de acuerdo.

LO QUE MARCA LA DIFERENCIA

Las dos cosas importantes que hacen la gran diferencia entre por qué un adulto le afecta más que a un niño, es que el SARS-CoV-2 es capaz de entrar en la célula humana gracias a una proteína denominada Spike (llave para entrar), que se une a una enzima llamada ACE2 (cerradura) que se encuentra en las células humanas.

Los niños tienen menor cantidad de receptores ACE2 (Enzima convertidora de angiotensina 2 -partícula o proteína del virus). Por eso, el virus se queda con la llave de una puerta, cuyo cerrojo no existe. “Esa es la razón por la cual los niños se enferman menos”, explica el neumólogo pediatra.

Imagen ilustrativa. Una menor de edad utiliza una mascarilla para protegerse del COVID-19. Foto: La Hora/AP.

Una segunda línea de defensa se llama “apoptosis celular”. Significa que las células pulmonares infectadas se destruyen más rápido que las adultas, lo que limita el desarrollo del virus.

“En conclusión podemos establecer que los niños se defienden diferente del Covid-19. Si hay una mayor cantidad de casos en el país, habrá más niños contagiados, pero igualmente van a ser reducidos los que requieren de hospitalización, mucho más reducidos los casos de cuidados intensivos; y mucho más reducido quienes presentan Síndrome Multisistémico”, comenta Beltetón.



ALARMA NO ES REAL

El doctor José Miguel Leal es neumólogo pediatra y trabaja en los hospitales El Pilar, Herrera Llerandi y La Paz como en su clínica privada. En este momento reporta que no hay casos graves de niños en los centros hospitalarios que atiende, por lo que considera hay más alarma de la necesaria. “Solo los pacientes con comorbilidades ameritan ingreso en estos nosocomios”.

NO HAY SATURACIÓN EN EL ROOSEVELT

En el caso de la pediatría del Hospital Roosevelt, el doctor Ricardo Menéndez, jefe de la unidad explica que en esta 3ª o 4ta ola de Covid, realizan un promedio de 30 hisopados diarios. De estos ameritan ingreso unos 14 niños, aunque en este momento la tendencia es a la baja.

En los últimos dos meses, hemos recibido unos 56 pacientes, de los cuales unos 17 estuvieron delicados, varios en ventilación mecánica. De estos, unos ocho menores han fallecido.

“No es cierto que la red pediátrica esté saturada. Actualmente tenemos destinadas 40 camas para niños con Covid-19, pero solo estamos usando unas 14, por lo que estamos con un 40% de ocupación, no hay tal saturación de pacientes”, informó Menéndez.



 

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