ATAMI, Japón / AP
Rescatistas en Japón escarbaban el martes entre el barro y escombros en busca de más de 20 personas que podrían estar atrapadas luego de que un torrente de lodo, árboles y rocas arrasó con un pueblo turístico a la orilla del mar, dejando al menos cuatro muertos.
El alcalde de la localidad de Atami, Sakae Saito, señaló que 24 personas seguían desaparecidas el martes por la mañana, después de que la ciudad difundió la noche del lunes los nombres de más de 60 residentes registrados de los que se desconocía su paradero y la mayoría de ellos respondieron a la solicitud de contacto. Las autoridades revisaban minuciosamente la cifra debido a que muchos apartamentos y casas de la localidad son residencias vacacionales o de alquiler.
En un principio se desconocía el paradero de 147 personas, pero las autoridades confirmaron que muchas de ellas alcanzaron a evacuar o simplemente no estaban en casa. Además de los cuatro muertos, las autoridades dijeron que 25 personas han sido rescatadas, entre ellas tres lesionadas.
El desastre es una prueba adicional en un momento en que las autoridades se preparan para los Juegos Olímpicos de Tokio, los cuales están programados para iniciar en menos de tres semanas mientras Japón sigue afectado por la pandemia del coronavirus. El número de casos está subiendo constantemente en la capital y expertos dicen que se requiere volver a declarar el estado de emergencia.
El primer ministro Yoshihide Suga le dijo a la prensa que los socorristas están haciendo su máximo esfuerzo “para rescatar a quienes pudieran estar enterrados bajo el barro y esperan ayuda lo más pronto posible”. Tres buques de la guardia costera y seis drones militares apoyan a los cientos de soldados, bomberos y otras personas que trabajan entre la lluvia y la neblina.
El deslave sucedió el sábado tras días de fuertes lluvias en Atami que, al igual que otros pueblos japoneses a la orilla del mar, está construido en una ladera empinada. Atravesó el barrio de Izusan, conocido por sus manantiales termales, un santuario y calles comerciales. El pueblo tiene 36.800 habitantes y está a unos 100 kilómetros (60 millas) al suroeste de Tokio.
El gobernador de Shizuoka, Heita Kawakatsu, quien inspeccionó el lunes la zona donde se cree que se originó el deslave, dijo que la acumulación de lluvia en las laderas de la montaña aparentemente debilitó el suelo debajo de una enorme pila de tierra en un sitio en construcción que luego se deslizó colina abajo.
La prefectura está investigando el incidente. Reportes de prensa aseguran que un desarrollo residencial que se tenía planeado construir en la zona fue abandonado después de que el operador atravesó por problemas financieros.