Pablo Sigal, periodista de Clarín noticias expuso en la pieza titulada “Componente 2 de la Sputnik V: crónica de una muerte anunciada hace 164 días en Rusia” como todo apunta a que los retrasos en la adquisición de segundos inmunizadores continuarán para Argentina, dejando a millones de argentinos sin el segundo componente. Para él, en gran parte, la resignación a recibir solo el primer componente es un intento por conservar las relaciones diplomáticas entre Rusia y Argentina.
Según describió en su pieza, el déficit de segundas dosis de vacunas rusas en argentina inició en enero. Para el autor, las posibilidades de conseguir a tiempo el segundo componente de la Sputnik V parecen reducirse, “esta semana tuvo lugar el último capítulo de una larga crónica, de lo que a todas luces parece una muerte anunciada”.
El reportero acota que el certificado de defunción del componente 2 se firmó oficialmente hace 50 días en Rusia, al mismo tiempo que el país aprobó la Sputnik Light, vacuna que consistiría en una sola dosis, aunque su efectividad, según los datos publicados, es del 79% y con el esquema completo es del 92%.
No obstante, Sigal argumentó que la extinción de la segunda dosis comenzó meses antes. “Una cosa fue el ensayo de la vacuna. Otra, tener que producirla en cantidad para inocular a los rusos y, también, a los habitantes de otros 67 países que la fueron aprobando este año, en los que viven 3.500 millones de personas. Mientras Rusia no paró en su afán de promocionar la vacuna por el mundo, pronto comenzaron los desfases en la fabricación de los componentes 1 y 2”, dijo.
GUATEMALA EN INCERTIDUMBRE
Aunque lo expuesto por Sigal, aún no se considera oficialmente una alerta para Guatemala, el país también ha tenido complicaciones para recibir las dosis rusas y de momento no se conoce fecha en la que podrían llegar al país los componentes biológicos para administrar la segunda dosis a quienes ya recibieron la primera vacuna de Sputnik.
La primera entrega de vacunas fue realizada hasta el 5 de mayo con 50,000 dosis. Quince días después fue entregado el siguiente con cincuenta mil inmunizadores más; y el tercer lote (hasta ahora el más reciente) arribó a Guatemala el 16 de junio. Es así como hasta ahora se han recibido 150,000 rusas.
No obstante, la cantidad de vacunas recibidas hasta ahora en Guatemala solo equivale al 0.94% de las 16,000,000 acordadas. El gobierno guatemalteco pagó por anticipado la mitad de la compra, es decir más de Q600,000,000; y aunque la población ha exigido respuestas las autoridades gubernamentales y del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) han reducido las razones a que Sputnik V ha tenido complicaciones en el proceso.
Hace casi un mes, el 29 de mayo, la ministra de Salud Amelia Flores indicó que se comunicaría con el fabricante de las vacunas rusas y esperaría que en el siguiente lote se recibiera una mayor cantidad de unidades, sin embargo, la última entrega de esta continuó siendo de 50,000 vacunas.
Además, durante su viaje a Rusia, el Canciller Brolo indicó que Rusia enviaría 400 mil dosis más en los próximos días. Aunque declarar lesivo el contrato con Sputnik o fechas concretas de entregas aún es una incógnita para el país.
LA CRÓNICA ARGENTINA
La pregunta crucial para el periodista es si Argentina sabía, desde el mismo momento en que firmó un contrato por 200 millones de dólares, que este problema existía.
“La clave se puede rastrear en el día que Rusia anunció el comienzo de los ensayos con la Sputnik Light. Fue el 11 de enero pasado, hace 164 días. A nuestro país apenas habían arribado 300 mil dosis del primer componente y faltaba casi una semana para que llegaran las primeras 300 mil dosis del segundo. Hoy, el total acumulado de segundos componentes en Argentina no llega a los 2 millones”.
Según Pablo Sigal, los argentinos comenzaron a notar los inconvenientes en la obtención de segundas dosis cuando, cada vez más, quedaron en evidencia los desfasajes entre los arribos de esas primeras y segundas dosis. Hasta la actualidad, mencionó, apenas una “élite” pudo ser vacunada con el esquema completo de la vacuna rusa, lo ilustró como 2 de cada 10 inmunizados.
LA PRIORIDAD DE RUSIA ES SU PAÍS
El miércoles 23 de junio, el gobierno ruso explicó que las segundas dosis de Sputnik no estaban disponibles para el mercado externo porque la prioridad es la demanda interna de Rusia. “O sea, repitieron lo que ya habían dicho hacía seis meses. Pero en ese momento era una música que nadie parecía escuchar”, refirió el periodista de Clarín.
“La realidad es que Rusia, dicho por el propio gobierno de ese país, creó la Sputnik Light para comercializar su vacuna en el exterior, ante las dificultades de escalar la producción del segundo componente. Entonces, lo que decidió ofrecer es ni más ni menos que el primer componente: por lógica, de una efectividad menor que el esquema completo”, indicó Sigal.
Lo anterior, sumado a que la fabricación de la segunda dosis es más lenta y delicada que la del primero (producto de la inestabilidad que presenta la materia prima del adenovirus replicante 5), dio como resultado el déficit de segundas dosis para millones de argentinos.
“Rusia dice, en resumidas cuentas, que no hay segundas dosis para todos porque las pocas que consigue producir van para los rusos, algo que en principio suena bastante razonable. La salvedad es que Rusia le vendió a nuestro país una ‘casa con pileta’ y la pileta por ahora es sólo un pozo en el terreno. Mientras tanto, la ministra argentina de Salud, Carla Vizzotti, en vez de reclamar el ‘amenity’ comprometido afirma que no hay segundas dosis porque, sencillamente, está costando elaborarlas”, detalló Sigal.
El periodista sostuvo que el ocultar una parte de la realidad le permite al gobierno argentino sostener su relación política con Rusia, evitando la incomodidad que le depararía incursionar en un reclamo más firme, como lo hizo ante el laboratorio AstraZeneca en mayo, cuando las vacunas prometidas para marzo aún no habían arribado a Argentina.
UN CONTRATO HABÍA SIDO FIRMADO PREVIAMENTE
A pesar de la existencia de la Sputnik Light, que podría inocular con una sola dosis a los sudamericanos, Argentina ya había formado un contrato con el Centro Gamaleya de Rusia antes de que existiera esa nueva presentación de Sputnik. En el contrato se acordó que de las 20 millones de dosis, compradas a 10 dólares cada una, la mitad debía corresponder al primer componente y la otra mitad, al segundo.
Pablo Sigal advirtió que si Rusia sigue enviando componentes las próximas semanas, ese contrato pronto quedaría alterado, pues faltan sólo 2.4 millones de dosis para completar los 10 millones de primeras dosis, el resto debería consistir en segundas. Además, planteó que la Sputnik Light todavía no está aprobada en Argentina, por tanto, sanitariamente hablando, los 6 millones de ciudadanos que no recibieron la segunda dosis de la vacuna rusa no estarían satisfactoriamente vacunados.
La ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, sigue afirmando, ante cada micrófono que le ponen delante, que todos los argentinos recibirán el esquema completo de las vacunas. “El matiz es que, si la Sputnik Light se aprobara finalmente en nuestro país, el nuevo esquema completo de la vacuna rusa pasaría a ser sólo el primer componente. Y pese a la desprolijidad del caso, nadie podría afirmar lo contrario”, distinguió.
TRANQUILIDAD “A MEDIAS” PARA ARGENTINA
Para el periodista las condiciones que desencadenaron en el escenario actual fueron preparadas durante los últimos meses, ello explica que en el ínterin se conocieran estudios científicos sobre la eficacia del primer componente en solitario de la Sputnik V. Una de esas investigaciones estuvo a cargo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (COCINET), donde se concluyó que la eficacia del primer componente era alta y mucho más en aquellas personas que ya habían padecido el coronavirus.
El Fondo Ruso de Inversión Directa difundió, además, el último 2 de junio, datos surgidos de la provincia de Buenos Aires para avalar la eficacia de la Sputnik Light, según lo anunciado, se había demostrado una eficacia del 80 por ciento en adultos mayores con una sola dosis. Ese porcentaje de efectividad fue celebrado por los científicos argentinos, que desde el punto de vista sanitario pudieron aportar algo de tranquilidad, aunque a la vez no lograron saldar la incertidumbre sobre un punto clave: cuánto tiempo dura la efectividad de una sola dosis, señaló Pablo Sigal.
“De manera que esas conclusiones, siempre provisorias y algo frágiles, fueron construyendo un intento de legitimación del producto farmacéutico alternativo, que ya no era el que había adquirido el país. Pero para decirlo con la metáfora inmobiliaria: que algún verano sea eventualmente menos caluroso, no implica que el comprador de la casa con pileta quiera renunciar a darse su merecido chapuzón”, concluyó.