Dos astronautas salieron ayer a una caminata espacial para instalar poderosos paneles solares en la Estación Internacional a fin de satisfacer las crecientes necesidades de electricidad de los próximos visitantes.
Es la primera de una serie de caminatas para equipar el envejecido laboratorio espacial con paneles solares más pequeños, pero más fuertes. El refuerzo eléctrico es necesario para recibir a los próximos pasajeros comerciales, comenzando con un equipo ruso de cine en el otoño.
La NASA tomó medidas adicionales de precaución cuando el astronauta francés Thomas Pesquet y el estadounidense Shane Kimbrough trabajaron en la principal red eléctrica de la estación, para evitar una descarga eléctrica.
El dúo tuvo que realizar las partes más peligrosas de la caminata en el lado nocturno de la Tierra, para prevenir que los viejos paneles solares absorbieran la luz solar y generaran electricidad. Las superficies metálicas de sus trajes espaciales fueron cubiertas para evitar contacto y prevenir descargas.
Lanzados por la empresa SpaceX este mes, los primeros de los nuevos paneles solares iban a ser instalados junto a las más viejas alas solares de la estación, que han estado operando durante más de 20 años.
Los astronautas tuvieron que llevar el ala solar doblada –3 metros de largo, 1.22 de ancho y 81 centímetros de grosor (10 pies x 4 pies x 2 1/2 pies)– al sitio de trabajo en el extremo izquierdo de la estación. Una vez asegurado en el lugar, el panel solar es desenrollado como una alfombra. Se esperaba que tomase unos 6 minutos para que alcanzara su extensión plena de 19 metros (63 pies).
Pesquet y Kimbrough regresan al espacio el domingo para instalar un segundo panel solar. Cuatro más llegarán a la base orbital para completar el proyecto.
La NASA quiere mantener la estación produciendo estudios científicos durante este decenio y los turistas espaciales añadirán presión al sistema eléctrico. Un director cinematográfico ruso y una actriz llegarán en octubre para filmar, seguidos por empresarios acaudalados lanzados de Kazajistán y Cabo Cañaveral como parte de la apertura al mercado privado.