Alfonso Mata

alfmata@hotmail.com

Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.

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Alfonso Mata

Guatemala es un país que desde hace décadas presenta un crecimiento urbano acelerado especialmente en sus cabeceras municipales aledañas a sus cabecera departamentales y aunque se da en magnitud y por razones distintas, en todos esos lugares cambia su paisaje social como ambiental para mal; condición que indudablemente afecta la salud de los habitantes y eso se da de manera desigual y lleno de inequidades entre los pobladores, propiciando distintos modos y estilos de vida, que desfavorecen la salud.

Lo importante a la larga no es el crecimiento de las ciudades, sino que lo hagan bajo una urbanización sin planificar, producto de desplazamientos humanos desordenados que inciden en mala calidad de vida y esta se asocia también con mayores índices de morbimortalidad.

Abogar por una urbanización planificada, es una cosa más fácil de decir que de hacer y el no hacerlo incide en violencia, crimen, drogadicción y problemas en salud mental, pues se entiende que las personas migran en busca de servicios de mejor calidad y mayor bienestar que el que podría tener en sus lugares de origen. Ello incluye trabajo, educación, servicios de salud y recreación, comunicaciones y transporte. Este es un fenómeno deseable que se da paralelo en todas las ciudades. Al igual, en todas las ciudades, existen lugares donde vivir y trabajar de calidad bien diferente y en todas, las inversiones municipales para brindar esos servicios son bajas y pobres en calidad y lo poco que se invierte llega de manera desigual y con inequidades a los pobladores, convirtiendo el lugar donde se vive y trabaja, otro riesgo para la salud.

En medio de ese caos, el gran perdedor es el viejo residente, pero más que él el ambiente ecológico de la ciudad y sus alrededores que se ve golpeado de forma arbitraria por ricos y pobres que buscan moverse a cinturones aledaños al perímetro de las viejas ciudades, sin contar los unos con la mínima infraestructura para hacerlo y otros con todo, pero desbaratando los nichos ecológicos, mientras las viejas zonas van perdiendo su función residencial para transformarse en zonas de negocio, comercio de diversión y de grandes conflictos para movilizarse, de inseguridad y crimen, generando al usuario cotidiano a esos lugares, grandes niveles de estrés que ni los sueños reparadores logran disminuir.

Es indudable que se necesita planes de urbanización y de movilización de población, que contemplen no solo lugar en donde vivir, sino de trabajo y movimiento de tráfico. Lugar donde vivir significa parques, lugares de recreación, escuelas, además de comercios. Es muy difícil separar zonas de residencia de trabajo, pero hay que entender que de no atenderse en conjunto, aglomeraran mas los problemas y en todo ello, el gran reto es establecer alternativas sensatas par un buen vivir, trabajar y movilizarse, así como seguridad y saneamiento.

Finalmente el problema energético es un problema que en los grandes anillos de población pobre que circunda los centros urbanos de clase media y alta es de mayor índole cuali-cuantitativa y es el más grave para la vida domiciliar, que con el tiempo se agudiza y uno de los factores de riesgo para la salud también.

El tema de la urbanización y la salud es múltiple y con diversos niveles de complejidad, pero un elemento clave para empezar lo constituye la descentralización y desconcentración no solo del Estado sino de la producción, bienes y el trabajo, pues el comportamiento poco dinámico de ambos, es una de las causas principales del movimiento poblacional.

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