POR CHRISTOPHER RUGABER
WASHINGTON
AGENCIA (AP)
La recuperación del mercado laboral de Estados Unidos entró en pausa el mes pasado, pues muchas empresas –desde restaurantes y hoteles, hasta fábricas y compañías de construcción– pasaron apuros para hallar trabajadores suficientes con el fin de ponerse al corriente con un repunte económico.
Los empleadores sólo agregaron 266,000 puestos de trabajo en abril, una cifra bastante inferior a la de marzo. Debido al declive en los casos nuevos de coronavirus y a la reducción en las restricciones impuestas por estados y localidades, la recuperación tras la recesión causada por la pandemia ha sido tan rápida que muchos negocios han sido tomados desprevenidos por la mayor demanda de los consumidores.
La disminución en las contrataciones el mes pasado parece reflejar varios factores. Casi 3 millones de personas se muestran renuentes a buscar trabajo porque temen contagiarse con el coronavirus, según encuestas gubernamentales. Más mujeres también salieron de la fuerza laboral el mes pasado, probablemente para atender a niños, después de que muchas habían vuelto en los dos meses previos.
Además, las compañías de construcción y las de manufactura, especialmente los fabricantes de automóviles, han padecido escasez de partes debido a obstrucciones en las cadenas de suministro y por ahora han tenido que disminuir la velocidad de la producción. Ambos sectores disminuyeron las contrataciones en abril. Y algunas empresas dicen creer que una ayuda por desempleo de 300 dólares semanales, pagada por el gobierno federal, está desalentando a algunos de los desempleados a aceptar nuevos trabajos.
Aun así, las compañías han añadido empleos durante cuatro meses seguidos, informó el Departamento del Trabajo el viernes, aunque el gobierno disminuyó su estimado de crecimiento de puestos de trabajo para febrero y marzo en 78,000, una cifra que combina los dos meses. El total de abril está muy por debajo de los 770,000 que se crearon en marzo.
La reanudación de las contrataciones ha alentado a algunos estadounidenses a empezar a buscar trabajo, lo que significa que de nuevo son contados como desempleados si no hallan empleo de inmediato. Esto es lo que ocurrió en abril, cuando la tasa de desocupación subió de 6% a 6.1%.