Por ALAN FRAM Associated Press
WASHINGTON
Agencia AP
La Cámara de Representantes votó ayer en favor de crear un mecanismo para la naturalización de los llamados dreamers, de trabajadores agrícolas migrantes y de inmigrantes que huyeron de la guerra o desastres naturales, dándole a los demócratas una victoria en la primera votación del año de un tema que enfrenta una vez más difíciles perspectivas en el Senado.
En una votación prácticamente partidista de 228-197, los legisladores aprobaron una iniciativa que ofrece estatus legal a cerca de 2 millones de dreamers —jóvenes que fueron traídos de manera ilegal a Estados Unidos durante su infancia— y para cientos de miles de migrantes recibidos por motivos humanitarios procedentes de decenas de países que atraviesan graves problemas.
Posteriormente, votaron 247-174 una segunda medida que crea protecciones similares para 1 millón de obreros agrícolas que han laborado ilegalmente en Estados Unidos. El gobierno calcula que ese grupo representa la mitad de los trabajadores del campo en el país.
En un comunicado dado a conocer después de las votaciones, el presidente Joe Biden dijo que la aprobación era «un primer paso crucial» rumbo a una reforma más amplia que ha propuesto. Dijo que desea trabajar con el Congreso para «construir un sistema de inmigración del siglo XXI que esté basado en la dignidad, la seguridad y la justicia, y que finalmente ponga en práctica las soluciones a largo plazo que necesitamos para crear un sistema de inmigración ordenado y humano».
Nueve republicanos votaron junto con todos los demócratas a favor de la medida de los dreamers, y 30 de ellos respaldaron el proyecto de ley de trabajadores agrícolas, dándole un matiz más bipartidista.
Aun así, ambas medidas encontraron oposición de los republicanos, que insisten en que cualquier iniciativa migratoria refuerce la seguridad en la frontera con México, donde un gran número de migrantes ha intentado cruzar en las últimas semanas. El Partido Republicano ha acusado a los legisladores demócratas de desatender ese problema y al presidente Joe Biden de avivarlo al relajar las restrictivas políticas de su predecesor Donald Trump, a pesar de que el incremento comenzó durante el gobierno de Trump.
Aunque los dreamers cuentan con un sólido apoyo público y los jornaleros migrantes son uno de los pilares de la industria agrícola, sus posibilidades de aprobación en el Senado son poco alentadoras, ya que los 50 senadores demócratas necesitarán que al menos 10 republicanos rompan filas con su partido.
El panorama es aún menos auspicioso para el objetivo más ambicioso de Biden de promulgar una medida que facilite la naturalización de los 11 millones de inmigrantes que viven sin autorización en Estados Unidos, relaje las restricciones de visado, mejore la tecnología de seguridad en la frontera y envíe miles de millones de dólares a Centroamérica para atacar los problemas de origen que obligan a las personas a emigrar.
El Congreso se ha estancado en materia migratoria durante varios años, y el tema parece enfilarse nuevamente a convertirse en un arma política. Los republicanos podrían usarlo para movilizar a los votantes conservadores en las próximas elecciones, mientras que los demócratas podrían sumarlo a una serie de medidas que han sido aprobadas en la Cámara de Representantes y luego se estancan en el Senado con el fin de obtener apoyo para abolir las prácticas dilatorias en la cámara alta.
Los demócratas aseguran que sus medidas no están dirigidas a la seguridad fronteriza sino a atender el problema de los inmigrantes que merecen ayuda.
«Son una parte muy grande de nuestro país», dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sobre los dreamers, quienes al igual que muchos inmigrantes han trabajado en la primera línea durante la pandemia. «Estas comunidades inmigrantes, fortalecen, enriquecen y enaltecen a nuestro país, y se les debe permitir quedarse».
___
El reportero de la AP Ben Fox contribuyó a este despacho.