POR MANUEL GARCÍA
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Aunque la economía guatemalteca fue de las menos afectadas en América Latina por la pandemia del COVID-19, experimentó la peor crisis desde inicios de los años ochenta, ya que cayó -1.5% en 2020, según la Fundación Libertad y Desarrollo que calificó los efectos como dramáticos en un estudio presentado.
Según Paul Boteo, economista de la Fundación, “en 2020, la economía sí sufrió una recesión, algo que no sucedía desde 1983. En ese sentido, experimentamos la peor crisis económica en casi cuarenta años”.
Los efectos no fueron menores y se cuantifican en la pérdida de 60,939 empleos formales y miles de pequeños negocios que tuvieron que cerrar, y que sin duda no se recuperarán de la noche a la mañana, añadió Boteo en un análisis elaborado por esa institución.
El experto en temas económicos agregó que esto representó cuatro años de retroceso.
Como era de esperarse, el sector de comercio fue el más afectado, con una pérdida de 124,019 empleos, lo que representa el 40% de ese sector. “Pero, paradójicamente, también se crearon empleos en el sector industrial, Construcción y sobre todo en Servicios de Administración Pública. Al considerar los empleos perdidos y los generados en 2020, el saldo es negativo, ya que en diciembre de 2019 habían 1,350,820 afiliados al IGSS y en diciembre de 2020 se redujo a 1,289,881”, explicó.
ANÁLISIS CON RESULTADOS DE LA SAT
Por otra parte, la SAT reportó la clausura de 77,335 contribuyentes, lo que significa que perdieron sus fuentes de ingresos y se vieron forzados a cerrar sus operaciones fiscales.
En este sentido Paul Boteo señaló que “si bien la recaudación global de la SAT cayó solamente 3.3% en 2020, al realizar un análisis de recaudación por sectores, claramente hubo algunos sumamente afectados como Hoteles y Restaurantes (-38.9%), Servicio Comunitarios, Sociales y Profesionales (-24.9%) y Explotación de Minas y Canteras (-24.4%). Los efectos no fueron iguales para todos los sectores y la recuperación también será desigual”.
Dentro de los sectores beneficiados en esta pandemia, se encuentra el sector agrícola, que registró un incremento en la recaudación fiscal de 30.3% y la intermediación financiera con 3.8%.
En el sector informal, las pérdidas pudieron ser mucho más grandes, pero no se tienen datos al respecto, recalcó.
Durante este primer trimestre de 2021, la expectativa es que se continúe registrando un crecimiento moderado de la economía. En enero, la recaudación tributaria registró un crecimiento de 5.5%, el crédito al sector privado se creció en 6% y las remesas se elevaron un 8.6%.
Según Boteo estos datos apuntan a que la recuperación continúa en marcha. “Si se continúa con esta tendencia, lo más probable es que se vuelva a registrar un crecimiento moderado en el primer trimestre de 2021, lo cual nos haría decir que oficialmente se habría dejado la crisis económica atrás”.
Sin embargo, el economista resaltó que los empleos perdidos y las empresas quebradas tardarán en recuperarse. “La caída fue moderada y la recuperación rápida, pero los efectos, todavía los seguirá sintiendo una parte importante de la población”, precisó.
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