Flaminio Bonilla

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Flaminio Bonilla Valdizón

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Otro CORRUPTO más, Álvaro Enrique Arzú Escobar, es un noble, un aristócrata de sangre azul. Todo un deshonesto, un hipócrita y farsante. El lunes 15 de febrero el diputado Unionista, Arzú Escobar hizo la amenaza “con replicar lo ocurrido en El Capitolio y ofrece sacar por la fuerza a magistrados si se entrampara el proceso de elegir sustitutos”, Arzú dijo: “por buenas o malas sacarán a magistrados CC”, arremete con estos magistrados. Este prepotente, una escoria, misógino; no tiene capacidad ni inteligencia.

El heredero es igual que “papi” corrupto, abusivo, descarado, un dinosaurio. Su vástago su «tata» es Álvaro Enrique Arzú Irigoyen (RIP), fue un oligarca, tienen linaje, unos «patricios», “todos son la Oligarquía guatemalteca está conformada veintidós (22) familias con vínculos maritales”(*). «Hasta medio del siglo XVIII de la corona española permitió emigrar a América a los vascos y a los catalanes. En poco tiempo, la mayoría de estos recién llegados se casó con mujeres de la elite criolla y constituyeron nuevos negocias; algunos amasaron grandes fortunas y, al poco tiempo, eran los líderes de sector social, como las familias Aycinena, Valladares y Beltranena (vascos) y Matheu, Arzú, Alejos (catalanes)» . . . «Como cabía esperar, particularmente en un «pequeño reino», ese grupo social que reivindicaba «pureza de sangre» era -y en buena medida sigue siendo- profundamente endogámico, de manera que a la vuelta de dos o tres generaciones todos eran parientes de todos». Estos principales familias, una oligarquía chapín son tipos sujetos sin ética ni moral; tienen una clase social privilegiada, los millonarios, los latifundistas y los dueños de propiedades. El maestro Edelberto Torres-Rivas (RIP), uno de los prominentes sociólogos del país, dijo que no ha existido una auténtica burguesía, “por ello prefiere usar el término oligarquía para referir a la élite social guatemalteca” y también con otros sociólogos.

Como los Arzú o los Alejos, a los fatuos, soberbios, iracundos e intolerantes; los que se creen poseedores de la verdad absoluta, la actitud típica que quieren tapas el sol con un dedo, con la actitud de toda esa corte de serviles y aduladores, de lambiscones y lacayos. Estos muchos “oligarquitos” como Álvaro Arzú Escobar y Felipe Alejos Lorenzana, este –Felipao- es tío abuelo de Roberto Alejos Arzú, un político, banquero, finquero, que hizo más rico con millones de dólares con mercenarios gringos y guatemaltecos, con una operación militar y tropas con 1500 exiliados cubanos entrenados y financiaros por la CIA, en esta Finca Helvetia, Retalhuleu, esto se dio el año 16 de abril de 1961, desembarcan en Playa Girán en la Bahía de Cochinos. Fue “un fracaso perfecto”, estos planes defectuosos de los EE.UU y Fidel Castro en sólo tres días la invasión fue derrotada. O sea que este “Felipao” que tienen mucha de corrupción con su familiar. Por ello Álvaro Arzú y Felipe Alejos son familia de esos Arzú, Alejos, Batres, Díaz-Durán y Arzú, Alejos, Azmitia, Castillo, Herrarte. -Son preclaros políticos, aristócrata, con linaje, “puros cuates”- con corruptela. Los más rostros más visibles del “Pacto de Corruptos” son el Junior y Felipao uno de los caciques. Estos tipos políticos vente-patrias, a la conservadora oligarquía criolla, aquellos como estos que ha sumido a Guatemala en la mayor de la pobreza.

Guatemala está ya cansada de cínicos, fariseos, incoloros y prepotentes; Guatemala está hastiada de la corrupción y de la deficiencia; Guatemala está urgida de seriedad y de compromiso; Guatemala necesita mujeres y de hombres responsables y que presten oídos al consejo y a la directriz, encaminen el rumbo de la nave por senderos de justicia y libertad, seguridad y desarrollo, honestidad y valor. Gobernar es un compromiso de conciencia, una acción de conjunto en la búsqueda del bien común y de la solidaridad. Gobernar es armonizar el capital y el trabajo. Gobernar es dar seguridad a la ciudadanía. Gobernar es equilibrar la balanza de la Justicia de la diosa Temis. Somos una Nación en búsqueda de una real y auténtica democracia. Un líder tiene el deber y la responsabilidad de salvaguardar la libertad de todos los ciudadanos, de servir de fortaleza frente a todos los embates contra el albedrío e independencia. “Es nuestra democracia su código es proporcionar al pueblo todos los hechos que le permitan adoptar sus propias decisiones y proceder en su propio interés”

La inquietud queda y al que le venga el guante que se lo plante, a estos “oligarquitos”. Yo solo soy un pobre plebeyo.

(*) Oligarquía y élite económica guatemalteca. Un análisis de redes sociales. Sociedad y Discurso. Número 30:50-70 Guillermo Díaz. Universidad Rafael Landívar, Guatemala.

godiaz@url.edu.gt

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