“La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices” Albert Einstein
Dentro de la estructura del Organismo Judicial, y derivado del crecimiento de la población y las necesidades relacionadas con la Justicia, la aplicación de la misma se ha descentralizado, creándose centros de justicia en la diferentes materias, derivado de lo anterior en la zona uno, específicamente en la veinte calle, ha quedado la aplicación de la Justicia en materia penal, por lo que allí se conocen concretamente estos casos, sin limitaciones en relación al género, lo que significa que se diligenciarán causas contra hombres y mujeres por igual.
La problemática en esta materia, se centra en que mientras se diligencia en los tribunales de justicia todo lo relacionado a los procesos judiciales penales, las madres que están pendientes de presentarse a las audiencias para que los diferentes jueces diluciden su situación judicial, se encuentran detenidas, que para el efecto es sinónimo de presas, al tener hijos pequeños y no contar con persona alguna que los cuide, mientras se esclarece la situación de sus mamás, los niños las acompañan durante todo este tiempo.
El encontrarse el niño o niña detenidos junto a la madre, ya es un trauma que les acompañará toda su vida, pero existen otras circunstancias que pudiendo evitarse o aliviarse para el infante no son tomadas en cuenta, veamos la alta jerarquía de la Corte Suprema de Justicia, poco o nada ha hecho por estos pequeños, que padecen junto a su madre el calvario que se ha provocado por parte de ella, o por parte de la sociedad que no ha creado condiciones sociales para que la mismo no delinca, o en el caso de ser inocente no viva junto a seres que están empezando a vivir el encontrarse privados de su propia libertad.
Uno de los tantos pendientes que tiene la Administración de Justicia para con la sociedad guatemalteca, y acentuamos, uno de los tantos porque son muchos, tanto es así, que nos faltarían dedos de las manos para enumerarlos, es la relación madre-hijo/a que se encuentra detenida sin ser condenada, la madre se presenta a las diferentes audiencias junto con su hijo, afrontando el niño no solamente estar encerrado en las carceletas previo a la audiencia que corresponda, sino que también acompaña a su madre a la audiencia respectiva, en la que a su corta edad no solamente tienen que someterse a largas jornadas de encierro, en un espacio impropio para ellos, por si esto fuera poco, tienen que escuchar cualquier acusación contra el ser que les dio la vida, cierto o no, es un impacto para cualquier hijo, sin embargo al no existir guardería alguna tienen que ser sometidos a este castigo no merecido.
Dentro de las grandes falencias sociales de esta y las anteriores cortes, conformada la misma irónicamente por muchas mujeres, la mayoría madres, se encuentra la falta de una guardería para los niños que, desde su corta infancia viven una condena junto a sus madres culpables o no, de un hecho por el que muchas veces para enfrentar un juicio, pasan años acudiendo a las audiencias, por lo que los niños crecen en esa espiral de detención y audiencias sin que nadie, especialmente las altas autoridades del Organismo Judicial posen su mirada sobre ellos, porque no son rentables para obtener elecciones o reelecciones.
Es un drama diario el que viven los niños, hijos de madres detenidas a lo largo de la travesía que sus progenitoras sufren durante el diligenciamiento de su caso, si son culpables o no, las autoridades después de un proceso judicial lo determinarán, el problema estriba en el sufrimiento que viven sus hijos mientras se prueba su culpabilidad o inocencia.
Me pregunto ¿Qué responsabilidades asumen las autoridades del OJ, respecto a los hijos de madres detenidas? ¿Por qué estos niños no son tomados en cuenta por las autoridades? Es evidente que en las políticas sociales del OJ, los hijos de madres detenidas no tienen cabida, aunque existan donaciones para crear una guardería, hacen oídos sordos a las necesidades de quienes son los más afectados por la acusación sufrida por su madre, siendo ellos inocentes son condenados.
Es responsabilidad de las autoridades del OJ, el futuro de los hijos de madres detenidas, porque los han condenado, sin ser culpables de nada, más que de existir.
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