Por MANUEL GARCÍA
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En los últimos días la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ha vuelto a entrar en el ojo del huracán al ser señalada de supuestas negligencias en su actuar al momento de una emergencia y no atender las alertas que emite el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Metereología e Hidrología (Insivumeh), como la suscitada a raíz del paso de la depresión tropical Eta que ha dejado severos daños no solo en la infraestructura del país, sino también en la pérdida de vidas humanas. Por tanto, analistas y organizaciones urgen reformar la ley de Conred.
Diputados de la bancada de la Unida Nacional de la Esperanza (UNE), en el Congreso, han señalado estas circunstancias como incumplimiento de deberes, ineficiencia y que conllevan responsabilidades penales y civiles.
Según la organización Convergencia Ciudadana para la Gestión de Riesgo (Cociger) el marco legal actual contenido en el acuerdo 109-96, Ley de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, es una ley descontextualizada y obsoleta para la regulación de la complejidad y multicausalidad del riesgo de desastres, que tiene severas deficiencias para su gobernanza y rectoría.
Además consideran que ha quedado rezagada conceptual y metodológicamente, por lo que no permite realizar las acciones necesarias para la protección de la vida, los bienes y los medios de vida de los guatemaltecos.
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Según la institución, lo que se debe priorizar es la busca de una estructura organizativa y funcional para la gestión integral del riesgo de desastres, que desarrolle capacidades nacionales, institucionalización y rectoría, en investigación, gobernanza, inversión en resiliencia, preparación, respuesta y la articulación de la reducción del riesgo de desastres a las políticas nacionales.
Por lo que consideran es necesaria la conformación de 5 puntos específicos:
• El Consejo Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres.
• Ministerio para la Reducción del Riesgo de Desastres.
• Plataforma Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres.
• Sistema Nacional de Información para la Reducción del Riesgo de Desastres
• Inspectoría Nacional de para la Reducción del Riesgo de Desastres.
ROSAL: NECESITA UNA ESTRUCTURA PROFUNDA
Por otra parte, el analista político Renzo Rosal señaló que habría que pensar en una restructura profunda de Conred, tanto a nivel de la Secretaría Ejecutiva y la composición de mecanismo de respuesta.
Agrego que “también ha fallado el diálogo y coordinación con las municipalidades locales, municipalidades y estructuras comunitaria. Otro factor que habría que modificar a través de una reforma de ley es la alta dependencia que Conred tiene del Ejército”, dijo.
Agregó que “a nivel del mundo hay instituciones que tienen que ver con protección civil y por lo tanto son autónomas, eso creo que le ha hecho bastante daño y es parte del problema. Hay que darle un sentido más profesional y técnico que se traduzca en eficiencia, los errores de Conred están costando vidas en el caso del Volcán de Fuego y de la reciente tormenta”.
Además, el manejo de las donaciones nacionales e internacionales levanta suspicacias, por lo que indicó “Inclusive el tema del aprovechamiento de las donaciones, a nivel operativo es perverso que el centro de gobierno este inmiscuyéndose y este sustituyendo funciones de Conred es parte de lo grave. Estas son decisiones erradas en la marcha” enfatizó el experto.
Reiteró, “en la medida de que el Presidente siga protegiendo y justificando la existencia del Centro de Gobierno y su director Miguel Martínez eso está contándole mucho al país, deteriorando la institucionalidad de la Conred y credibilidad y transparencia en el manejo de las donaciones”.
“Muchas de las donaciones no están llegando y no van a llegar a los afectados, esto traducidas en acciones de corrupción. Utilizar la misma sede del partido oficial para el almacenaje de los víveres estamos hablando de grandes problemas de politización en un tiempo de emergencia nacional, aquí se permite que se rompan mecanismos exclusivos de Conred por su naturaleza, también se han quebrantado criterios técnicos y de transparencia, temas que se deberían analizar en una posible reforma”.
MALDONADO: HAY QUE FORTALECER EL ORIGEN
EL ex secretario de Conred, Alejandro Maldonado, dijo en el caso de una propuesta de reforma había que reforzar los recursos para desastres, “desafortunadamente el artículo que se refiere al fondo nacional de desastres es muy limitado, si hubiese necesidad de una reforma seria en ese artículo”.
“Uno de los elementos más importantes en los que hay que enfatizar es que no podemos regresar a un sistema emeregencista, que este orientado a la respuesta a los desastres, hay que fortalecer el concepto original que era el de reducir los desastres, tratar de evitarlos o mitigarlos. Es lo que se conoce como gestión para la reducción de riesgo de los desastres”.
PNUD: MODERNIZACIÓN PERMITIRÁ TOMAR DECISIONES
También el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Guatemala (PNUD) dice que el proceso de modernización del Decreto Ley 109-96, permitirá que el Estado de Guatemala pueda tomar decisiones más eficientes en términos de inversión para el desarrollo, generación de sistemas productivos resilientes y resguardo de la base productiva del país.
Además, una reforma puede contribuir a la conservación de los recursos naturales, la eficiencia en el uso de los servicios eco-sistémicos, la capacidad de soportar nuevos desastres y los efectos del cambio y variabilidad climática a largo plazo, esto entre otros beneficios que contribuirán a reducir los niveles de pobreza, protección de la tierra y la garantía que las personas gocen de paz y prosperidad.
Esta es una propuesta que se conoció desde el 2017, un año antes de la tragedia del Volcán de Fuego. Por lo anterior, para que Guatemala pueda asumir el compromiso de trabajar en reducir el impacto negativo que los desastres están desarrollando en los niveles de vulnerabilidad de la población, se debe desarrollar un proceso que logre modernizar la legislación existente en relación con el tema y de esta forma se fortalezcan las políticas, planes, programas y presupuestos a todos los niveles y así lograr aumentar los niveles de resiliencia.
