No se trata exactamente de una intervención divina, pero incluso el papa Francisco considera que la contienda presidencial de Estados Unidos ha terminado.
El presidente electo Joe Biden, quien es católico, habló el jueves con el pontífice pese a que el presidente Donald Trump se ha rehusado a aceptar la derrota. Trump alega sin presentar evidencia que le robaron los comicios a través de actos masivos, aunque no especificados, de fraude.
El equipo de transición de Biden señaló en un comunicado que el demócrata le agradeció a Francisco por “extender sus bendiciones y felicitaciones, y le hizo notar el aprecio que le tiene». También elogió el liderazgo del pontífice “en promover la paz, la reconciliación y los lazos comunes de la humanidad en todo el mundo”.
Biden señaló que espera trabajar con Francisco en temas como el cambio climático, la pobreza y la inmigración.
Algunos obispos católicos de Estados Unidos se niegan a reconocer la victoria de Biden y alegan que los fieles no deberían apoyarlo debido a que respalda el derecho al aborto.
El martes, por ejemplo, el obispo Joseph Strickland de Tyler, Texas, tuiteó que Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris apoyan el “asesinato de inocentes” en cualquier etapa del embarazo.
Biden ha dicho que acepta la doctrina de la Iglesia sobre el aborto a nivel personal, pero no quiere imponerle esa creencia a todo el mundo.
El demócrata ha sostenido varias llamadas esta semana con líderes extranjeros, como el primer ministro británico Boris Johnson, el presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel. Lo han felicitado por ganar los comicios y consideran que las elecciones están resueltas.
Es probable que contar también con el respaldo del pontífice sea especialmente significativo para Biden.
Es apenas el segundo católico en ser elegido presidente en la historia de Estados Unidos, y el primero desde John F. Kennedy. Con frecuencia habla abiertamente sobre la importancia de la fe en su vida, y acude a misa cerca de su casa en Wilmington, Delaware, casi todas las semanas.
Sin importar su fe, a menudo los políticos estadounidenses están deseosos de reunirse con el papa cuando viajan cerca de Roma, aunque Francisco declinó recibir al secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, en septiembre, argumentando que existen reglas para evitar ese tipo de reuniones durante periodos electorales. El pontífice de origen argentino visitó por última vez Estados Unidos en 2015.
Conocido por defender la apertura en cuestiones como los derechos de la comunidad gay, el medio ambiente y la tolerancia religiosa, Francisco ha sido acogido por algunos liberales como promotor de sus causas.
El equipo de transición de Biden señaló en el comunicado que el presidente electo le dijo al pontífice que le gustaría trabajar con él para fomentar una “creencia compartida en la dignidad e igualdad de toda la humanidad en cuestiones como la atención a los marginados y a los pobres, el manejo de la crisis del cambio climático y la acogida e integración de los inmigrantes”.
El Vaticano no emitió ningún comunicado que confirmara la llamada.