Por FRANKLIN BRICEÑO
MACHU PICCHU, Perú
Agencia (AP)
Con una ceremonia de luces proyectadas sobre las piedras de Machu Picchu, la ciudadela Inca y símbolo de Perú reabrió sus puertas al turismo tras casi ocho meses de cierre por la pandemia.
La decisión busca impulsar al turismo, en especial en la región del Cusco, donde se ubican Machu Picchu y otros sitios arqueológicos, dijo a la prensa internacional el ministro de Cultura, Alejandro Neyra.
La ceremonia mostró diversas danzas de inspiración indígena acompañadas de luces de colores con decenas de bailarines en escena que expresaron su arte en una terraza de la ciudadela inca.
El reinicio de las visitas a Machu Picchu va de la mano con la autorización de vuelos desde 25 destinos internacionales, incluyendo a Estados Unidos, Brasil, México, Colombia y Costa Rica.
La reapertura del complejo arqueológico «implica generar empleo de los operadores turísticos que han estado golpeados durante estos meses», añadió la ministra de Turismo Rocío Barrios.
El sector turismo en Perú, que ocupa a 1,3 millones de personas, es uno de los más golpeados por la pandemia y los expertos consideran que será uno de los que más tardará en recuperarse.
La economía de Perú tiene unos de los pronósticos más complicados del mundo. El Banco Mundial calcula que el producto interno bruto caerá 12 puntos en 2020.
Para impulsar el turismo local, el gobierno regaló 8.775 entradas. La dificultad para muchos está en el transporte porque a Machu Picchu, distante a 74 kilómetros de la ciudad de Cusco, se accede a través de un tren cuyas tarifas mínimas rondan los 50 dólares, ida y vuelta.
La única vía por auto está cortada luego que hace un año un deslave derrumbó un puente que aún no ha sido repuesto.
Perú cerró sus ingresos turísticos desde el 16 de marzo, cuando decretó una cuarentena general para frenar el avance del nuevo coronavirus que al momento ha provocado 34.529 muertos.
Machu Picchu es el imán del turismo en Perú y en 2018 atrajo a 1,5 millones de visitantes. Al día ingresaban un promedio de 4.100 turistas. Pero en julio el gobierno dictó normas para proteger el patrimonio que permitirán el ingreso de sólo 675 personas diarias.
La ciudadela fue construida en las laderas orientales de los Andes en el siglo XV como santuario religioso de los Incas y a 2.490 metros de altitud.